“Cada proyecto arquitectónico obliga a plantear una reflexión específica”
Arquitectos que han participado en diferentes proyectos de intervención en el patrimonio histórico artístico han defendido hoy la rehabilitación frente a la demolición.
Rafael Moneo, Alberto Campo-Baeza o Ramón Bosch e Isabel Capdeferro han expuesto este planteamiento en sus ponencias en la segunda sesión de hoy de las XVI Jornadas Internacionales de Intervención en el Patrimonio Histórico-Artístico, que se celebran en Logroño y que reúnen a más de doscientos profesionales, en su mayoría arquitectos e historiadores, de España, Italia y Portugal.
Estos arquitectos han explicado el contenido de sus proyectos en los que el lugar donde se ubica el edificio juega un papel definitivo en el tipo de intervención.
El templo de Diana en Mérida, las ruinas del Teatro Romano de Cartagena, el espacio público que une las dos catedrales de Cádiz, el centro histórico de Gerona o la antigua fábrica de cerveza Mahou de la calle Amaniel de Madrid son algunos de los ejemplos expuestos.
Rafael Moneo, autor de la rehabilitación del Museo del Teatro Romano en Cartagena (Murcia), ha explicado que, en algunas ocasiones, no hay más remedio que demoler un edificio, pero ha subrayado que el hecho de que la ciudad mantenga una continuidad permite apreciar que “quienes nos han precedido están presentes y que nos han dejado algo tan valioso como la vida en la ciudad”.
También ha indicado que las normas generales “son muy difíciles” y que cada proyecto arquitectónico obliga a plantear una reflexión específica y a darle una respuesta determinada, pero ha convenido con el resto de intervinientes en que es aconsejable rehabilitar siempre que sea posible.
Moneo ha integrado en el entramado urbano un edificio-museo que dialoga con los restos arqueológicos y que crea un recorrido museístico en vertical, que logra salvar una diferencia de cotas de hasta 25 metros entre el puerto y las ruinas.
Este proyecto demuestra que la visión de un museo que acompaña a un teatro se resuelve de una manera discontinua, casi enhebrando edificios distintos, aunque hay otras intervenciones que no plantean discontinuidad, como es la esquina del edificio del Banco de España, en Madrid.
Y en ambos casos, ha explicado Moneo, se han planteado rehabilitaciones que han mantenido el legado patrimonial y han integrado los edificios formando un todo armonioso de la ciudad.
La Casa Collage del casco antiguo de Girona es otra rehabilitación que, según han explicado sus arquitectos Ramón Bosch e Isabel Capdeferro, fusiona materiales antiguos y nuevos sin hacer perder la armonía del conjunto.
Según han explicado los autores de esta obra, el edificio da valor a todas las capas de historia acumuladas antes de acometer esta intervención, que este año ha obtenido la mención especial “Arquitecto Emergente del Premio Mies Van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea”.
Las Jornadas, organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de La Rioja, concluyen mañana con la intervención de la última restauración desarrollada en la Iglesia del Monasterio de Yuso de San Millán de la Cogolla, a cargo del arquitecto riojano Óscar Reinares.
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