Cada vez más civiles
El número de civiles que se cobra el conflicto en Afganistán es cada vez más alto, según datos de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en la zona. Indican que durante los seis primeros meses del presente año, se han registrado 1.013 defunciones de civiles, lo que supone un incremento del 24 por ciento en comparación al mismo período de 2008.
El informe de la Misión de Asistencia señala que “tanto los elementos antigubernamentales como las fuerzas progubernamentales son responsables del incremento en las muertes de civiles”, aunque también destaca que un mayor número de civiles muere a manos de la oposición armada que por la seguridad afgana y por las fuerzas internacionales, según las cifras de la ONU.
Las operaciones que llevan a cabo las fuerzas del Gobierno de Afganistán y sus aliados “han dado lugar a un aumento de la cifra de muertos y heridos y en destrucción de la infraestructura, incluidas casas y bienes, algo que es esencial para la supervivencia y mantenimiento de la forma de vida de los afganos”, subraya el informe.
En el documento también se indica que los responsables de las fuerzas internacionales han dado una alta prioridad para minimizar el número de bajas civiles. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, “los ataques aéreos siguen produciendo el mayor número de muertos durante los seis primeros meses de 2009”, con 40 incidentes de este tipo desde principios de 2009 en los que 200 civiles perdieron su vida.
En lo que respecta a la oposición armada, el informe describe un cambio en las tácticas, desde los ataques frontales o mediante emboscadas contra las fuerzas gubernamentales hasta las actividades insurgentes o similares a la guerrilla, incluidos los ataques asimétricos como el suicidio, los coches bombas o explosivos en la carretera [que aún son la principal causa de muertes civiles en el conflicto].
Las escuelas, especialmente los colegios para niñas, han sido objeto de numerosos ataques. De acuerdo con datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia [UNICEF], se han producido al menos 16 explosiones en centros educativos en los seis primeros meses de 2009.
Entre enero y junio de 2009, de los 595 civiles muertos como consecuencia de acciones de los elementos antigubernamentales, al menos 400 fueron resultado del uso indiscriminado de artefactos explosivos improvisados y ataques suicidas. Esto representa un 67 por ciento de todas las muertes atribuibles a la oposición armada.
Naciones Unidas ha pedido a todas las partes involucradas en el conflicto, al Gobierno de Afganistán y la comunidad internacional que tome medidas para asegurar que las obligaciones en virtud del Derecho Humanitario y del Derecho Internacional son observadas y que se minimiza así el impacto sobre los civiles. “Las órdenes y las directivas tácticas deben rendir cuentas, y todas las prácticas futuras deben asegurar que hay un riesgo y un impacto mínimos sobre los civiles por parte de la conducta de sus operaciones militares”, indica.
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