Comida, entradas, cosméticos... no sólo de prensa viven los kioscos
Mostafá Majdi trabaja cada día rodeado de periódicos y revistas, pero también de cromos de fútbol, chicles o chicles. Y es que los kioscos de hoy en día han cambiado mucho en los últimos años y han tenido que reinventarse para sobrevivir, transformando el concepto de venta de prensa en algo radicalmente nuevo. Pero no es suficiente, todavía necesitan poder vender más productos para no echar la persiana.
Majdi es el secretario de la Asociación de Vendedores de Prensa y Revistas en La Rioja. Desde su kiosco en la Gran Vía de Logroño avisa: “no podemos vivir sólo de vender prensa”. La llegada de Internet ha provocado un cambio en los hábitos de consumo. Cada vez se venden menos periódicos e incluso los editores han recurrido a incluir regalos en sus publicaciones como reclamo, pero “nuestras ventas no pueden depender de que haya un regalo. Eso es humillar y prostituir la publicación, que al final es lo que menos importa”, lamenta.
A esto se suma el hecho de que el sistema de trabajo se haya quedado obsoleto. Como detalla Majdi, los vendedores de prensa no pueden elegir el material que reciben de los distribuidores ni tampoco el precio. Tienen que abonarlo antes de venderlo y luego esperar a cobrar las devoluciones, además de tener que pagar los portes. También critica la competencia desleal que suponen los editores.
Con este panorama, sólo queda diversificar los productos que ofrecen, lo que es diferente en cada municipio, ya que depende de la ordenanza municipal. En Logroño, la ordenanza se modificó por última vez en 2012 e incorporó nuevos productos. Ahora los kiosqueros reclaman que se amplíe de nuevo este abanico para incorporar nuevos artículos que supongan “un alivio” en su maltrecha economía.
Qué se puede vender en un kiosko
De momento, “hemos encontrado una gran disposición por parte del Gobierno municipal a atender nuestras reivindicaciones”, que pasarían por poder vender artículos alimenticios como pan, sandwiches o botellas de vino -“en la región del vino somos los únicos que no podemos venderlo”-. También piden poder vender latas de cerveza, ya que hasta ahora sólo pueden poner a la venta refrescos o agua.
Otra idea que ya funciona en otras ciudades es la posibilidad de vender cosméticos, entradas para actividades culturales y espectáculos o lotería a través de terminales, no en papel, como ya se puede hacer en otros establecimientos.
Y es que los kiosqueros no quieren estar continuamente quejándose, sino que quieren actuar. Antes de la crisis, en Logroño había 26 kioscos, pero hoy quedan apenas 12. Majdi propone que estos establecimientos cerrados se puedan reabrir como puntos limpios o librerías infantiles en verano. Ideas y más ideas para revertir una situación catastrófica.
La solución, por tanto, debería pasar, apuntan los kiosqueros, por poder ampliar la gama de productos, por regular el sector y por reducir al máximo las cargas fiscales. Si no es así, los tradicionales kioscos podrían dejar de formar parte del paisaje urbano de nuestras ciudades.
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