Del bronce en el Europeo de Rusia a inculcar la pasión por el rugby en casa

Los niños y niñas que participan estos días en el Campus de Rugby Club Rioja entrenan con una campeona. La riojana Marta Cantabrana acaba de aterrizar en Logroño desde el Campeonato de Europa de Moscú con una medalla de bronce al cuello.

Tras varias competiciones con la selección sub18, este Europeo era el debut de Cantabrana con la selección absoluta. “Ha sido una experiencia que me ha servido para todo, he aprendido muchísimo. La mayoría del grupo lleva más tiempo en la selección y me han enseñado mucho”, dice todavía emocionada la jugadora de rugby.

Sin embargo, no hace mucho que veía las competiciones del más alto nivel de su deporte en la televisión como un sueño que parecía imposible. “Nunca me había imaginado llegar tan lejos”, asegura Marta Cantabrana, que tampoco se olvida del esfuerzo: “he ido paso a paso hasta que lo he conseguido y ya tengo el bronce”.

Esfuerzo y mucha pasión por el rugby desde el primer momento en que empezó a jugar. Un deporte que para ella no era tan desconocido como podía ser entonces para el resto: “mi padre jugaba, mi madre había jugado también, gran parte de mi entorno era cercano a este deporte, así que mi hermano y yo nos apuntamos”.

“Ver tantas niñas jugando a rugby desde pequeñas me parece increíble”

Además de que eran pocos los niños que optaban por el rugby entonces, todavía eran menos las niñas. Pero para la deportista ser mujer dentro de este deporte no ha sido un problema: “empecé muy pequeña y desde el principio me he sentido apoyado por el grupo con el que he jugado siempre, igual que por mi familia”.

Aún así, el paso de gigante que ha dado su deporte la emociona. “Cuando comencé a jugar solo éramos 5 y teníamos un trozo de césped entre dos campos de fútbol”, recuerda la deportista. “Ahora veo que hay muchos niños y también muchas niñas que empiezan desde muy pequeñas, me parece increíble”.

“Con lo niños lo hacemos todo a través del juego, el objetivo es que se lo pasen bien”, señala Cantabrana de su experiencia en el Campus de verano en la que transmite toda la pasión que siente por el rugby a los más pequeños. Lo hace, además, en el que siempre será su club, el Rugby Club Rioja: “ya tenía ganas de volver a casa después de mucho tiempo -han tenido dos concentraciones- para estar con la familia y con los compañeros”.