Dificultades para acuerdos en Copenhague
Los ministros de Economía de los Veintisiete no han logrado ponerse de acuerdo sobre la financiación que debe aportar la Unión Europea para ayudar a los países pobres a luchar contra el cambio climático. El principal escollo para el compromiso fue la resistencia de la mayoría de los países del este, encabezados por Polonia, a contribuir a estas ayudas alegando que no tienen capacidad de pago debido a su menor nivel de renta y a la crisis.
“Es un resultado decepcionante”, dijo al término de la reunión el ministro sueco de Finanzas y presidente de turno del Ecofin, Anders Borg. Y anunció que la presidencia sueca tratará de buscar un acuerdo en la cumbre de líderes europeos que se celebra la semana que viene en Bruselas. También el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dijo que la falta de resultados es “decepcionante”.
El Ejecutivo comunitario ha propuesto que la UE dedique entre 2.000 y 15.000 millones de euros anuales a la altura de 2020 para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones. Entre 2010 y 2012 la cantidad estaría entre 500 y 2.100 millones, mientras que en 2013 la ayuda europea ascendería ya a entre 900 y 3.900 millones.
A juicio de Bruselas, sólo con estas ayudas podrán desbloquearse las negociaciones para lograr un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático que sustituya al protocolo de Kioto en la cumbre que se celebra en diciembre en Copenhague.
Las capitales no han avalado todavía las cifras propuestas por la Comisión, pero el principal punto de desencuentro es cómo se repartirá la factura entre los Estados miembros. El Ejecutivo comunitario ha propuesto que se tengan en cuenta dos criterios: la capacidad de pago y la responsabilidad en las emisiones.
Pero un total de nueve países del este, liderados por Polonia, exigieron que a la hora de decidir el reparto se tenga también en cuenta “la situación de los Estados miembros menos prósperos”, según informaron fuentes diplomáticas. El resto de socios no lo aceptaron, lo que impidió que se llegara a un compromiso.
“Este fiasco en la UE ha hecho que las posibilidades de fracaso en Copenhague sean muy reales”, criticó la organización ecologista Greenpeace, que pidió a los líderes europeos que corrijan la situación en la cumbre de la semana que viene.
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