Educación recibe 525 solicitudes de información de alumnos de la concertada
Alrededor de medio millar de alumnos de Bachillerato de centros privados riojanos han acudido este miércoles a la Consejería de Educación para recibir información “sobre las opciones que tienen de trasladar su expediente a un centro público” tras la decisión de eliminar el cheque de Bachillerato. Ante ello, Educación ha sido tajante: “Las familias pueden estar tranquilas porque hay plazas y profesores más que suficientes para recolocar a los alumnos que quieran”.
Los alumnos, en representación de sus padres y acompañados por algunos de sus profesores, han guardado fila para entregar un escrito en Educación para conocer cuáles son las plazas disponibles “de su especialidad” en un centro público.
Una vez atendidos todos, se han registrado exactamente 525 solicitudes de información, gestionadas en tres horas. Como ha detallado el Gobierno regional, el registro ha funcionado con normalidad, entrando los alumnos por turnos (en pequeños grupos), y atendiendo paralelamente las solicitudes de otros ciudadanos que han ido entrando como habitualmente durante la mañana. No ha habido incidencias de ningún tipo.
Una situación que llega después de que el consejero de Educación, Luis Cacho, anunciara la pasada semana en un pleno del Parlamento de La Rioja que las ayudas al Bachillerato privado “no van a ser convocadas” este curso para “poner el foco en otras áreas de la educación privada concertada”. Se trataba una ayuda de 400.000 euros, en total, que recibían seis centros privados.
Así las cosas, el presidente de CONCAPA Rioja, Carlos Torres, ha explicado que “después de la medida de la Consejería, nosotros entendemos que estamos siendo discriminados porque nosotros, por el simple hecho de elegir el centro que queremos para nuestros hijos pagamos 3.000 euros cada año y la única ayuda que teníamos nos la han retirado cuando ya teníamos el curso empezado”.
Además, ha señalado, “nosotros entendemos que el sistema público no tiene capacidad para asumir a estos más de 700 alumnos a los que afecta esta medida y por eso estamos aquí porque queremos preguntar a la Consejería que, si ya que no podemos elegir con libertad el centro que queremos para nuestros hijos, si tenemos plazas disponibles para valorar la decisión de trasladarles a un centro público”.
Para CONCAPA, la medida adoptada por la Consejería es “puramente ideológica” porque “se está utilizando nuestro dinero para pagar el precio de la gobernabilidad con partidos como IU y Podemos”.
Por su parte, Ana Isabel Preciado de Escuelas Católicas de La Rioja ha defendido las palabras de Torres y ha asegurado que “mantener a estos 726 chicos en el Bachiller les cuesta 400.000 euros que se quieren ahorrar mientras que si les dan plaza en un centro público son 4 millones de euros”.
A eso hay que añadir “las infraestructuras que no tienen porque no hay sitio para ellos”, ha lamentado Preciado.
“Sabemos que es muy difícil recolocar a estas personas de la noche a la mañana y lo que nosotros queremos saber es si la Consejería será capaz de dar plazas a estos chicos el 8 de enero”. Además, eliminar el cheque “a estas alturas es muy poco considerado porque se ha realizado cuando el curso está empezado”.
Desde Educación piden calma
Posteriormente, la directora general de Educación, Pepa Iriarte, ha querido lanzar un mensaje de calma a las familias riojanas porque “hay más de 560 plazas disponibles en Logroño y más de 200 plazas en las cabeceras de comarca”.
“Deben estar todos tranquilos porque estamos atendiendo en el registro de las peticiones pero hay plazas más que suficientes para recolocar a los alumnos que lo soliciten”.
Desde Educación defienden esta decisión porque, como ha explicado Iriarte, “han cambiado las prioridades” y ha querido matizar que “no hemos quitado nada” sino que “lo que hemos hecho es que ese dinero hemos visto que es más necesario para otras prioridades” como en infantil o FP.
Además, también ha querido explicar que no se trata de una decisión ideológica sino “que es una medida pedagógica y de criterios para cumplir con la equidad y la igualdad y dar nuevas oportunidades. Son prioridades pedagógicas y metodológicas y con el compromiso de cumplir lo que hemos acordado”.
“El Bachillerato es básico y desde Educación garantizamos que todos los alumnos de La Rioja pueden hacer el bachillerato gratuito en la enseñanza pública así como en la especialidad que hayan decidido. Nosotros queremos la mejor educación pública en La Rioja y con las unidades que tenemos y los profesores que tenemos caben todos”, ha defendido Iriarte.
“Si mañana deciden venir todos a la pública, aquí les recibimos”, ha defendido.
Ante la respuesta de los alumnos de este miércoles de acudir hasta la Consejería a solicitar información, desde Educación han asegurado sentirse “sorprendidos” porque “deberían estar en sus aulas atendiendo en clase y los de segundo de Bachillerato no deberían perder horas de estudios”.
Finalmente, desde CONCAPA, ESCUELAS CATÓLICAS Y CECE señalan que, a diferencia de lo que defienden desde el Ejecutivo riojano, “la educación en La Rioja es una moneda de cambio político” y aseguran que “muchas familias hacen un gran esfuerzo económico para dar a sus hijos el tipo de educación que quieren para ellos y, con esta medida, el esfuerzo deberá ser aún mayor”. Por todo ello, también solicitan que “el Gobierno de La Rioja vuelva a conocer la ayuda para este curso y se camine hacia un concierto total de Bachillerato para el curso que viene”.
FSIE apoya la protesta
FSIE ha querido mostrar su apoyo a la “protesta” ante la Consejería de Educación de “más de quinientos alumnos del Bachillerato privado de La Rioja” que han acudido esta mañana a protestar “por la eliminación sobrevenida de la subvención que la Consejería de Educación les venía proporcionando para sufragar el 20% del coste de matrícula en el centro en el que habían elegido cursar dichos estudios”.
“Los alumnos de los colegios han dado ejemplo cívico, a pesar de la preocupación que manifestaban por la situación generada”, ha explicado FSIE.
FSIE ha apoyado, con su presencia, esta protesta y lamenta “la decisión adoptada por los responsables del Departamento de Educación de quitar esta ayuda a las familias, pues dificulta que sus hijos puedan elegir cursar Bachillerato en la red de centros concertados, ya que no todas van a poder permitírselo económicamente, lo que genera desigualdad y desconcierto entre ellas”.
FSIE también lamenta, “por inconsistentes”, las declaraciones de la directora general de Educación, Mª Josefa Iriarte, y del subdirector de Gestión Educativa, Emilio Izquierdo, realizadas a los medios de comunicación que acudieron esta mañana a la cita, “aduciendo que las familias no tienen de qué preocuparse, pues en las aulas de Bachillerato existentes en los centros públicos tienen vacantes suficientes para escolarizar a los 726 alumnos que ahora están en el Bachillerato no concertado y, todo ello, sin aumento de coste, sin aumento de la ratio máxima de Bachillerato y sin merma de calidad de la enseñanza”.
Desde FSIE explican que el Bachillerato tiene una ratio máxima de 35 alumnos por aula. Si los 3.547 alumnos de Bachillerato se escolarizasen completamente en las 100 unidades en funcionamiento en los centros públicos riojanos, “la ratio promedio sería de 35,47 alumnos por aula y, en consecuencia, se superaría dicha ratio máxima”.
Pudiera ser que luego -prosiguen- en los centros públicos de acogida de dicho alumnado, “se desdoblaran las unidades de Bachillerato, pero eso será posible solo si tienen infraestructura suficiente y, en todo caso, a costa de incrementar los recursos económicos destinados al efecto y de redoblar el esfuerzo presupuestario que ya se viene haciendo en ellos”.
En resumen, “eliminando la subvención del Bachillerato el consejero de Educación y su equipo van a conseguir recortar los derechos de los alumnos, limitar la libertad de las familias, aumentar las desigualdades entre ellas y minorar la calidad de la enseñanza y/o a aumentar sus costes. Todo ello sometiendo a los trabajadores de la concertada, que ven peligrar sus puestos de trabajo, a un estrés innecesario e inmerecido y sin contentar a nadie más que a la viceconsejera de Educación en funciones”, aseguran.
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