El amigo de Urdangarín declara que nunca consideró “desproporcionados” los precios de Nóos
El ex director general de Deportes de Baleares José Luis “Pepote” Ballester, quien fue amigo durante años de Iñaki Urdangarin, ha admitido ante el juez que nunca consideró “desproporcionados” los precios de las facturas del Instituto Nóos, que presidió el duque de Palma y que investiga ahora la Justicia.
En su declaración como imputado prestada este sábado ante el juez del caso Palma Arena, “Pepote” ha asegurado también que cuando Urdangarin “hablaba de temas de trabajo nunca estaba presente su mujer”, la infanta Cristina, de la que en ninguna ocasión “ni se mencionó siquiera su nombre”.
“Pepote” Ballester, que fue medallista olímpico en vela y tuvo hasta 2007 una relación personal con el duque de Palma, ha admitido “que nunca apreció como desproporcionados los precios de las facturas del Instituto Nóos” con el Govern balear, aunque se justificó en que tampoco “conocía precios de otros convenios anteriores que posibilitaran una estudio comparativo”.
El juez investiga un presunto desvío de fondos públicos en favor de la empresa propiedad del duque de Palma y su socio Diego Torres, el Instituto Nóos, entidad declarada sin ánimo de lucro que medió para que el Govern balear patrocinara al antiguo equipo ciclista Banesto y organizó en Palma dos foros sobre turismo y deporte, contratos que le reportaron casi 3 millones de euros.
El imputado, que inició su relación amistosa con el duque de Palma cuando ambos fueron deportistas de elite, ha afirmado que Iñaki Urdangarin y el expresidente balear Jaume Matas pactaron los contratos sospechosos de corrupción que el Instituto Nóos firmó con el Govern de las islas entre 2004 y 2007.
En su declaración, “Pepote” ha afirmado que tampoco escuchó a Matas afirmar que los precios de Nóos fueran “desproporcionados” y, preguntado por los criterios que se siguieron para valorar estos precios, contestó: “Ninguno; no se pusieron en duda tales precios”.
En este sentido, ha afirmado que nunca puso en duda los precios de los convenios porque “quien lo acordó y tomó la decisión fue Matas”, ya que él “recibió la orden” del entonces presidente balear “de que todo lo que viniera de Iñaki Urdangarin recibiera el visto bueno”.
“Pepote”, que hizo de intermediario entre Urdangarin y el entonces jefe del Ejecutivo balear, ha explicado que en el verano de 2003 se vio con el duque en Palma entre “8 o 9 veces” en la capital balear, unas veces en su casa, “otras en Marivent, otras en el Club Naútico y otras puede que en algún barco”, si bien “ninguna de esas reuniones se había programado para hablar de algún tema en concreto”.
“Ello no quita que en su curso no podía tratarse alguna cuestión de trabajo y, en concreto, en el Palacio de Marivent se habló de cuestiones labores”, según la declaración textual de “Pepote”.
El examigo de Urdangarin ha asegurado que en ningún momento ha oído hablar de Aizoon, la empresa patrimonial de los duques de Palma, y ha afirmado que “cuando Iñaki Urdangarin hablaba de temas de trabajo nunca estaba presente su mujer”, y que ni el duque “lo dijo” ni él sabía que la infanta Cristina fuera vocal del Instituto Nóos.
Según el testimonio de “Pepote”, “nunca Iñaki Urdangarín le comentó que su esposa fuera conocedora de sus temas laborales, ni se mencionó siquiera su nombre”.
El medallista olímpico ha explicado que la relación de amistad que tuvo con el matrimonio de los duques de Palma “se puede calibrar en que han asistido a sus respectivas bodas y han cenado algunas veces en sus respectivas casas”, si bien “a día de hoy” no mantienen ninguna relación, distanciamiento que se remonta a 2007.
“Pepote” ha dicho al juez que el duque nunca le explicó, ni él le preguntó, por el motivo de su “alejamiento” de las actividades de Nóos.
Preguntado por el abogado de Matas de si ha llegado a un pacto con la Fiscalía en esta causa, “Pepote” se ha limitado a contestar que había dado “instrucciones a sus letrados para colaborar con la Justicia en aras de descubrir la verdad”.
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