El BM Logroño despide el año con un contundente triunfo
Recuperado. El BM Logroño supo resarcirse de la derrota en Huesca de hace tres días para saborear una victoria a domicilio frente a Guadalajara en un encuentro decidido en la segunda mitad después de un primer tiempo equilibrado, pese al marcador favorable de los franjivinos. La victoria, contundente, por 21-32 obedeció a unos buenos minutos de los de Miguel Ángel Velasco tras el paso por los vestuarios, ya se pasó del 10-12 a un 10-15 que dio confianza a los visitantes y presionó a los de Mariano Ortega.
Tanto que después estuvieron 10 minutos, se dice pronto, sin marcar ningún gol. Cuestión que aprovechó el conjunto riojano para sentencia con un parcial terrible de 0-9 donde Rangel mejoró sus registros después de una buena primera mitad (acabó con un 43% de acierto) en la que pugnó con Barkhordari, pletórico, bajo palos para irse al ecuador con más paradas que goles en contra. En la parcela ofensiva, en la tarde del miércoles no hubo fallos desde los 7 metros (4 anotados por Edu Cadarso y 1 por Ortiz), mientras que los goles de Ceretta (5, 4 en la primera parte) y los de Moreira (6) lanzaron al BM Logroño.
El duelo comenzó con dominio en el marcador de los logroñes, pero con distancias cortas, 0-1 y 2-3. Hasta que Ceretta, con dos goles y un robo, puso a los suyos con un 4-6 a los 12 minutos. Las defensas se imponían o mejor dicho las actuaciones bajo palos donde Rangel y Barkhordari, sobre todo el meta iraní que impedía la marcha de un BM Logroño centrado en labores de intendencia y fluido, al menos en ir sumando goles más que en el juego, para seguir por encima en el electrónico. Todo pese a que tras el 7-10 hubiera reacción manchega, parcial de 2-0, al que reaccionó el conjunto franjivino con otro igual para dejar un 9-12 que al descansó se cerró con el 10-12.
Velasco parecía activar a sus pupilos porque en apenas dos minutos marcaron 3 goles merced a un 7 metros de Edu Cadarso y dos contragolpes finalizados por Ceretta y Casado. Guadalajara se ponía nervioso, 10-15. Le entraban las prisas y acumulaba pérdidas que servían para que los riojanos ganaran en confianza. Tanto que después del 13-17, los de Mariano Ortega se bloquearon.
Estuvieron 10 minutos sin anotar. Rangel parecía infranqueable, la defensa logroñesa se afianzaba y encima había opciones de correr para culminar jugadas sencillas que terminaban en gol y que ampliaban un marcador que quedó visto para sentencia después de un parcial de 0-9.
Faltaban 14 minutos, pero los puntos, con el 13-26, ya se iban para Logroño. El técnico segoviano dosificó sus piezas, rotó a sus hombres y vivió un último partido de 2020 tranquilo con un marcador inesperado, 21-32, pero que sirve para seguir codeándose por los puestos europeos.
Foto: BM Logroño
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