El etarra Gainza se enfrenta a un posible pena de 76 años de prisión por la emboscada en Alto Herrera
La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha mantenido su petición de 76 años de cárcel para el terrorista Urtzi Gainza por participar en el tiroteo que se produjo en el Alto de Herrera (Álava) entre etarras y ertzainas en 2003, en el que falleció un miembro de la banda y dos agentes resultaron heridos.
Así lo ha ratificado la fiscal Rosa Lledó en la presentación de sus informes finales en los que ha elevado a definitiva su petición de pena para Urtzi Gainza al considerarle autor de la emboscada tendida por los terroristas el 14 de septiembre de 2003, en la que falleció el etarra Arkaitz Otazua.
Para el Ministerio Público, la declaración incriminatoria que realizó Asier Mardones, ya condenado por estos hechos, es una prueba de cargo suficiente para posicionar a los otros integrantes del “comando Ezkaurre” de ETA -el fallecido Otazua, Urtzi y Josune Oña- en el Alto de Herrera.
La fiscal ha rebatido la tesis de que pudiera ser otra persona -y no Gainza- la que participó en los hechos, y ha señalado que esa probabilidad es “imposible” y “descartable”.
Asimismo, la fiscal ha rechazado la posibilidad de que Mardones fuera torturado en el momento de su toma de declaración -tal y como éste refirió ayer en la vista oral- y ha añadido que éstas supuestas torturas son “poco serias” e “inverosímiles”, dado que éste fue interrogado por la Policía mientras se encontraba ingresado en un centro sanitario.
Según el relato de la fiscal, en la tarde del día 14 de septiembre del citado años, cuatro terroristas se dirigieron en un coche a una zona llamada “El Balcón de La Rioja”, situado en Lagrán (Alava), y sobre las 21:30 horas Mardones y Otazua se cubrieron el rostro y abordaron a los ocupantes de un vehículo, los encañonaron con sus pistolas y les ordenaron que bajaran del coche y que les acompañaran.
Los etarras dejaron a la pareja esposada a un árbol en una zona boscosa y se llevaron su coche, con el que simularon haber tenido un accidente y avisaron a la Ertzaintza comunicando que el vehículo estaba averiado y obstruía la calzada.
Poco después dos agentes que acudieron al lugar fueron sorprendidos por el “inmediato” e “inesperado” ataque de los miembros del comando que dispararon contra ellos “en repetidas ocasiones” con la intención de acabar con su vida.
Por su parte, la Abogacía del Estado se ha adherido íntegramente al informe del Ministerio Fiscal por considerar probado la participación de Gainza en los hechos y ha exigido que el acusado pague en concepto de responsabilidad civil 580.000 euros.
La defensa de Urtzi Gainza, que ejerce el representante Alfonso Zenon, ha solicitado que se dicte una sentencia absolutoria para su defendido, y ha afirmado que los restos de ADN de éste en un pasamontañas y otras pruebas encontradas -que la fiscal ha calificado como elementos corroboradores- responde únicamente a la relación de amistad que existía entre Gainza y Mandones.
Para Zenon, las conclusiones presentadas por la Fiscalía se basan en indicios -a su juicio, sin fuerza incriminatoria- y no en pruebas de cargo suficientes para poder enervar su presunción de inocencia.
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