El final del tripartito
Con una felicidad tan contenida como evidente, el estratega de la campaña de CiU, David Madí, y la número dos del partido, Joana Ortega, han insinuado que los sondeos que maneja la formación les abren la puerta a una hipotética mayoría absoluta.
“Si se confirman los datos, podemos tener el orgullo de decir que el pueblo de Cataluña ha puesto punto final al tripartito. Estaríamos hablando de una victoria histórica del catalanismo”, ha arengado Madí. El límite de esa meta lo fijan los 68 diputados que, por ahora, no les otorga ningún sondeo. Pero CiU parece no renunciar a esa meta y los cientos de personas reunidas en la sala del Hotel Majestic han aplaudido a rabiar; con la misma fuerza con la que abuchea cuando las pantallas reproducen imágenes de la sede del PSC y de otras formaciones poco queridas, como el PP o Ciutadans.
Los sondeos encargados por la televisión catalana otorgan al partido un máximo de 66 diputados, aunque dirigentes de CiU recuerdan que son solo un sondeo más, y entre los que se manejan en el Majestic esta noche cuentan con algunos que sí les sitúan más allá de la barrera de los 68 diputados.
“Las cosas bien hechas tienen buenos resultados. El buen resultado es la mayor participación, que supone el primer cambio de la era tripartito”, ha subrayado Vallès. “Felicitamos a la ciudadanía por salir a votar y dar legitimidad al partido vencedor, sean cuales sean los resultados”, ha atemperado Madí, ya más calmado.
Los convergentes han recordado que el partido ha vencido “ampliamente” en todas las provincias y circunscripciones. Algo que ya ocurrió en comicios anteriores, en las que CiU acabó cediendo la presidencia de la Generalitat al tripartito. Los convergentes llevan toda la tarde confiados en dar por imposible esa posibilidad.
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