El libro 'Los días perfectos' se presenta este viernes en el Café Moderno

Altas dosis de verdad y humor y una enorme fuerza narrativa en el libro Los días Perfectos (Ed. del Asteroide) de Jacobo Bergareche que se presenta en Logroño este viernes. El texto arrastra al lector en esta singular y cautivadora novela que explora de forma universal la fiebre del enamoramiento y la inevitable rutina de las relaciones de largo recorrido. Un libro cuya excepcional solidez y originalidad revelan la madurez literaria de este autor español que nació en Londres en 1976.

Bergareche empezó a estudiar Bellas Artes en la Universidad Complutense, pero abandonó esta carrera para estudiar la de Literature and Writing en el Emerson College de Boston. Ha desarrollado su carrera profesional como guionista y productor de series de ficción, aunque durante un tiempo también se dedicó a la publicidad y al ámbito de las aplicaciones móviles.

A lo largo de su trayectoria literaria ha publicado tanto relatos como poemarios, cuentos infantiles y novelas. Entre sus obras destacadas se cuentan títulos como Estaciones de regreso —una obra autobiográfica— y Los días perfectos que presenta este viernes 22 de octubre, a las 19,00 horas, en el Café Moderno de Logroño en un diálogo con el profesor de la UR, Eduardo Sáenz de Cabezón, mediático matemático y divulgador científico.

Con la presentación de este viernes y otras próximas, Castroviejo Librero quiere celebrar su 20 años de presencia en el casco antiguo de Logroño, ofreciendo a los lectores más exigentes libros y textos de editoriales alternativas o sibaritas.

RESEÑA

Luis, un periodista cansado de su trabajo y su matrimonio, planea asistir a un congreso en Austin, Texas. El viaje es una mera coartada para encontrarse brevemente con Camila, quien se ha convertido en el único aliciente de su vida. Pero cuando está a punto de partir, recibe un mensaje suyo: «Dejémoslo aquí, quedémonos el recuerdo». Desconsolado y sin saber qué hacer en Austin, se refugia en un archivo de la Universidad, donde se topa casualmente con unas cartas de William Faulkner a su amante Meta Carpenter. La lectura de esta larga correspondencia lo ayuda a reconstruir el recuerdo de su aventura amorosa y a reflexionar sobre su tedioso matrimonio, pero también a preguntarse cómo hay que vivir para lograr que cada día valga la pena.