El peligro del 'sexismo benévolo'
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han advertido del peligro que tiene el concepto de 'sexismo benévolo', aquellas ideas y comportamientos aparentemente “positivos” que tienen los hombres hacia las mujeres y que hacen alusión a la necesidad de cuidar y sacrificarse por ellas.
Un estudio desarrollado en el seno de la institución académica ha puesto de manifiesto que cuando la gente posee información acerca de que los hombres realizan comportamientos que son socialmente considerados como “buenos” hacia sus parejas (aunque estos comportamientos sigan siendo sexistas), se tiende a justificar en mayor medida la violencia sexual que acontece en el seno de la pareja, disculpando al hombre (considerando que tiene “derecho” a mantener relaciones sexuales con su pareja) y culpabilizando a la mujer (considerando que ésta tiene el “deber” de satisfacer sexualmente a su pareja), informó la UGR en un comunicado.
La autora de este trabajo, que ha sido dirigido por los profesores Miguel Moya Morales y Jesús López Megías, es Mercedes Durán Segura, del departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Granada. Para realizarlo, llevó a cabo seis estudios de tipo experimental, en los que participaron más de 700 jóvenes estudiantes de entre 18 y 24 años pertenecientes a distintas titulaciones. Uno de estos estudios se realizó en colaboración con la Universidad de Kent (Reino Unido).
La realizada en la UGR es una investigación pionera a nivel mundial ya que, a diferencia de otros estudios previos que sólo han investigado la influencia de las creencias sexistas de la gente sobre los juicios que se realizan acerca de la violación y las víctimas, este trabajo además analiza la influencia dañina explícita de aportar información sobre las creencias sexistas benévolas de los supuestos agresores con sus parejas.
Los resultados de este estudio “podrían aplicarse al diseño y mejora de programas educativos y preventivos de la violencia sexual, dirigidos fundamentalmente a hombres, con el objetivo de reducir las tasas de violencia sexual, pero también a mujeres, para hacerlas conscientes de la realidad del problema y de qué factores pueden debilitar sus reacciones asertivas ante estos actos”.
A juicio de Durán Segura, la gran aportación de su trabajo “hace referencia precisamente a la peligrosidad que supone para la sociedad tener información o ser testigos de comportamientos sexistas benévolos por parte de los hombres hacia sus parejas”. Sin embargo, esta protección y afecto “no son gratuitos” ya que en el fondo, las personas que albergan actitudes sexistas benévolas consideran a las mujeres inferiores a los hombres''.
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