El triunfo de la autoestima
Defensa, ataque. Ataque, defensa. La UDL evidenció que partiendo desde el trabajo defensivo se puede ganar. Los números son claros: 9 goles encajados en 19 partidos (14 marcados). Enfrente estaba el mejor ataque del grupo, 37 tantos a favor. Reducir el fútbol a estos guarismos sería injusto, máxime cuando para ejecutar cualquier propuesta hay un tiempo de trabajo previo. En este caso, el conjunto blanquirrojo, así lo expuso Sergio Rodríguez en cuanto finalizó el encuentro, apostó por esfuerzo y el compromiso -mención aparte para Rubén Martínez que no paró de correr- de sus integrantes para tumbar al líder Racing en Las Gaunas.
Un equipo que no fue tan fiero en Logroño. Mérito de su rival y de la dinámica, no tan buena de los de Iván Ania, que suman 2 de los últimos 9 puntos en juego. También es cierto que a los riojanos les estaba costando ganar -3 empates y una derrota en los anteriores 4 choques- y que, probablemente, lo que necesitaban era una victoria que le haga creer. Que refuerce su autoestima para olvidar la irregular primera vuelta, corregir los desajustes y coger un ritmo crucero que posicione a la UDL entre los mejores. Para ello, el en primer duelo de 2019, con el que se cerraba la primera vuelta, el técnico logroñés no contó ni con Bijimine -ya desvinculado del club- ni con los lesionados Santamaría y Paredes.
El objetivo, de partida, parecía el mismo: hacerse con el control del juego. Para ello, tanto UDL como Racing flirtearon con el balón para quedarse con él. El problema radicaba en que ambos contaban con recursos para incomodar y evitar estar a merced del otro. Por eso, de primeras, se instauró la idea de no cometer errores y no dar facilidades. Cuando dio la impresión de que los dos equipos habían entendido el mensaje y que era cuestión de tiempo ver para dónde iba el choque, llegaron dos buenas oportunidades para cambiar el ‘libreto’. Víctor López, sin duda la gran novedad con su ubicación como delantero, aprovechó un resbalón de Olaortua para colarse en el área y retar a Crespo. Lo hizo con dudas. Tantas que no se creyó esa situación. Chutó con fuerza. Le pudo la situación. El meta cántabro supo aguantar y atajó la pelota.
Y en la siguiente jugada, Miguel sacaba de puerta en largo, pugnaban Juan Iglesias -renovado hasta junio de 2021 y ya con ficha de la primera plantilla- y Castañeda, pero el esférico le llegó a Rubén Martínez que metió un pase a la espalda del central Sergio Ruiz para que el logroñés, esta vez más forzado, se presentara ante el capitán de los racinguistas. Sólo pudo picar con la izquierda y, al menos, forzó un saque de esquina. Apenas 13 minutos de juego y dos ocasiones para haber roto el empate. Desde ese instante, el Racing ganó en continuidad con el cuero. Sergio Ruiz y De Vicente se imponían a Salvador y César Remón. Otro día, más las segundas jugadas eran para los visitantes.
Con ese panorama, la UDL se echó para atrás. Dejó de lado la presión alta inicial para juntar las líneas y evitar los espacios entre líneas. Por ahí quería hacer daño el Racing. Enzo, que había visto una amarilla, jugaba con fuego. Era una manera de coger aire. De Vicente rozó la escuadra con un tiro desde la frontal y después sería Cayarga el que pondría a prueba a Miguel con una falta lateral. Pero el partido tendría otro escenario con la lesión de Rayco -solicitó el cambio por molestias en el sóleo- pasada la media hora. Aparecía Andy para ganar más presencia en la zona central. Eso implicaba menos llegada, pero la aparición del zurdo centrocampista le sentó mejor al cuadro riojano. Equilibró el encuentro y recuperó, por momentos, la presión alta. Pese a ello, Noguera gozaría de la mejor ocasión de los visitantes con un ‘zapatazo’, después de regatear a varios blanquirrojos.
En el arranque de la segunda mitad, la UDL continuó con su afán de presionar arriba. Salvador estuvo a punto de encontrar el premio cuando fue a por Crespo. Esa insistencia dio sus frutos cuando Ñoño le ganó la partida a Olaortua para encarar a Crespo y batirlo antes de la hora de partido. Dio igual que antes De Vicente rozara al poste en un rechace de un córner. Las urgencias eran ahora para el Racing que daba un paso al frente y volvía a acogotar a su rival en su campo. La manera de evitar las dudas en el aficionado local pasaban por adelantar la línea defensiva y apretar arriba, aunque las fuerzas empezaban a escasear.
Ñoño, sobrecargado, dejaba su lugar a Santos, mientras que Iván Ania movía ficha con un doble cambio. Precisamente, uno de los que entró en el campo, el ariete Segovia, estuvo cerca del empate con un tiro que repelió Miguel con acierto. Casi la única oportunidad de un conjunto visitante que con el paso de los minutos se volvió previsible con un juego directo con el que la UDL no sufrió a excepción de la última jugada en la que Segovia cedía atrás con la cabeza para que César Díaz, en remate complicado, la mandara a la grada.
Fue con el pitido final donde se evidenció que hay ganas de que este equipo siga su escalada, pero que sea de verdad, no a medias. Que no regresen las fisuras, las malas sensaciones al abandonar el campo municipal. Eso se consigue con resultados óptimos. Lo de cómo conseguirlos debe ser anecdótico. Si la UDL fuera más insistente arriba y generara más ocasiones, mejor, pero de momento hay que conformarse con la versión más defensivo, en cuanto a dígitos. La siguiente cira llegará el próximo sábado y con Las Gaunas como escenario.
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