Energía eólica, la oportunidad en tiempos de crisis
En los momentos de crisis económicas es cuando la humanidad tiene la llave para los grandes cambios y desafíos. Es España es la hora de apostar por las energías renovables como energías alternativas, máxime cuando de lo que se trata es de cambiar de modelo energético. Y en este punto, España goza de una posición privilegiada tanto en el ámbito de la energía solar como en el de la energía eólica.
Pensar en energía eólica es pensar en la marca España, vivimos rodeados de costas con rachas de viendo que superan los 120 ó 140 kilómetros por hora. La Cornisa Cantábrica, por ejemplo, es un buen campo base para explorar la fuerza del viento en el mar. Hace falta un impulso final porque tenemos todo lo demás: materia prima y el mejor personal, gracias a que en nuestro país hay empresas que apuestan por la formación en montaje, logística, operación y mantenimientos de parques eólicos como los cursos en tecnología renovable que ofrece el centro referente en metodología online SEAS Estudios Superiores Abiertos.
Hablar de energía eólica es hablar también de beneficios para el medio ambiente y la economía porque la energía eólica marina, es una energía renovable que respeta el medio ambiente y que según un estudio de la Comisión Europea podría general al menos 25,52 gigavatios de eólica marina para 2020, el año en el que se deben cumplir con los objetivos europeos de consumir un 20% de renovables del total de la energía primaria.
El primer parque eólico marino puede llegar entre 2012 y 2014 si el decreto-ley de moratoria a las energías renovables que ha aprobado el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soriano, no lo impide. Según apunta la Asociación Empresarial Eólica, en 2020 habría unos 4.000 MW de potencia instalada a lo largo de 4.000 kilómetros de costa en los que se proyectan 73 áreas eólicas marinas. Empresas españolas como Acciona, Capital Energy o Gamesa ya han presentado sus propuestas, pero también advierten que trasladarán parte de estos proyectos al extranjero por el parón de las renovables.
Las principales candidatas a albergar estos futuros parques eólicos son junto a Galicia o Canarias, las provincias de Cádiz, Tarragona y Murcia. Profesionalizarse en este sector generaría un mercado laboral próspero y con un futuro sólido, porque habría que trabajar en el mantenimiento constante de las instalaciones, la distribución de la energía. En España, diferentes empresas de formación como SEAS, Estudios Superiores Abiertos apuestan por la energía eólica y en sus aulas forman personal técnico especializado en sus instalaciones.
Por el momento la fuerza del viento está parada por la moratoria a las renovables aprobada por el Ejecutivo de Rajoy para la corrección del déficit tarifario. Pero todavía está por ver por qué derroteros nos conduce la crisis económica. Si las grandes empresas privadas mantienen sus compromisos ante la adversidad de no contar con ayudas públicas y sigue en pie el apoyo de entidades como SEAS se seguirá fomentando ya no solo la formación de profesionales sino la investigación en el campo de las renovables.
La fuerza del viento en España cobra importancia cuando conocemos datos que revelan que uno de nuestros mayores problemas es el de la dependencia energética, mayor que la de otros países como Francia. Nuestro país importa hasta un 80% de la energía que consume y, a menudo, no caemos en la cuenta de que la solución la tenemos en nuestras manos. Hasta ahora nuestro país se ha consagrado como el segundo país europeo en potencia eólica instalada en tierra firme y el cuarto en el mundo... y esta carrera no puede quedar ahí.
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