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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Follow the leader

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Hubo ayer en el Parlamento de La Rioja un debate y un monólogo. La discusión fue en la zona de prensa. El mitin, en el atril del centro del hemiciclo. La controversia surgió entre un periodista y una fotógrafa con el tipo de letra del discurso del presidente como punto caliente del día. ¿Times New Roman o Arial? ¿Tamaño 11, 12 ó 14? Lo único que tenían claro era que no podía ser Comic Sans ni Calibri, tan de moda esta última. El asunto no es baladí, pues las administraciones derrochan millones de euros al año por no utilizar el tipo de letra correcta y gastar litros de tinta como si fuera la batalla del vino jarrera. Incluso Obama ha sido advertido por esta cuestión por un joven de catorce años, que asegura que al pasar a Garamond, el Gobierno estadounidense ahorraría 370 millones de dólares al año.

El documento entregado a los medios de comunicación tenía 39 páginas, y casi dos horas tardó en desmenuzarlo el presidente de La Rioja, Pedro María Sanz Alonso. Pudieron ser tres, pero anduvo listo cuando se le coló un folio con el mismo texto que acababa de recitar. “Perdón, perdón, que estoy leyendo esto y la página está repetida”. Hubo risas tímidas, nerviosas y burlonas. Todo dependía del partido al que perteneciera el diputado. En ese momento los anuncios gordos ya estaban hechos: eliminación del impuesto de patrimonio y devolución a los funcionarios de la paga extra de 2012. Ambas medidas fueron aplaudidas por la bancada popular, más la primera que la segunda. Es curioso cómo cuando le afectan a uno las políticas que aplica, las siente de verdad.

Tardó Sanz casi el mismo tiempo en beber agua que en recordar a ZP (28 minutos), aunque en este caso no personalizó y se refirió al anterior Gobierno socialista como un malvado ente que había dejado a La Rioja fuera del mapa de ayudas regionales de la Unión Europea. Luego llegó el turno de la comunicación, de abrir nuevos canales para llegar al ciudadano, aunque sin olvidar las líneas tradicionales. Como el presidente aún no tiene cuenta en Twitter, creí que nos iba a decir su nuevo nick para hacerle follow y salir todos cantando de allí “Follow the leader, leader, leader, follow the leader, sígueme”. Ya me veía con todos los diputados en una conga por los pasillos del Parlamento, unidos todos por fin en una causa común botella en mano y corbata en cabeza, como en las bodas. La nueva Oficina de Atención al Ciudadano de Alfaro y comprobar que la cuenta @Pedrosanz tiene dueño en Asturias me devolvieron a la realidad.

No fue la única decepción de la mañana. Los anuncios en materia deportiva no pudieron estar más alejados de las expectativas generales. A este tipo de citas uno siempre acude confiando en llegar hasta la tercera base, con sus mejores galas y medio bote de colonia, para acabar pensando en que la próxima vez sí. El presidente no informó de tres temas: el ascenso de la Unión Deportiva Logroñés a Segunda División, la Champions que conseguirá el Naturhouse y la no retirada de Titín III. Las promesas de la fábrica de barcos y el 9% de paro para 2015 colaron en su día, por qué no éstas. También en esta disciplina señaló que desde el Gobierno trabajan para que “los riojanos, los niños, los jóvenes, y los que ya no son jóvenes”, en definitiva, para los gordos, para los flacos, para los altos, para los bajos, para los que ríen, para los optimistas [hay que poner acento argentino al leer esta última frase]… sientan y practiquen el deporte.

En el cierre hubo guiño al nuevo rey de España, Felipe VI, al que Sanz vio cómo coronaban el otro día en el Congreso. “España, y por ende La Rioja, está viviendo un momento histórico”, dijo. “La Rioja siempre ha sido una región de horizontes amplios, en la que el amor a lo propio ha sabido convivir armónicamente, sin estridencias, con una decidida vocación por la universalidad. Todos nuestros grandes signos de identidad, desde la lengua española, hasta el Camino de Santiago o el vino de Rioja, tienen profundamente marcado este doble acento: local y, al tiempo, universal”, añadió. Ovación en pie de sus compañeros de partido, público incluido, al que en su mayoría no le hizo falta levantarse porque llevaba así las dos horas de discurso. A continuación, declaraciones de los portavoces y silencio. El resto ya se había marchado. Había hambre. Eran casi las 13:30 horas y muchos no viven en Logroño.

P.D. El presidente estuvo desde el principio del Pleno hasta el final. No le quedaba otra.

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