El hombre que intentó matar a su compañero de piso por tener la música alta acepta 3 años y 8 meses de cárcel
El hombre que intentó matar -en septiembre de 2022- a un compañero de piso en Calahorra por el volumen de la música ha aceptado 3 años y 8 meses de cárcel, tras el acuerdo al que ha llegado tras la vista oral celebrada esta mañana en la Audiencia Provincial de La Rioja.
Además, ha acordado alejamiento y prohibición de comunicarse con la víctima durante 10 años así como 5 años de libertad vigilada a partir de que salga de prisión. También deberá abonar a la víctima con 13.175 euros por las lesiones.
El Fiscal pedía para J.D.J., con antecedentes penales no computables, seis años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, pena que se ha rebajado a 3 años y 8 meses de prisión tras la vista de este miércoles.
Los hechos se remontan, a las 02,00 horas del 19 de septiembre de 2020. Ese día, el encausado, que tiene una habitación alquilada conviviendo con otros personas que también tienen alquiladas habitaciones, mantuvo una discusión con motivo de poner la música muy alta con uno de los inquilinos. Le llegó a decir que le “iba a descuartizar” mostrando un cuchillo de cocina, que le fue quitado por el resto de inquilinos, si bien les dijo que “tenía más cuchillos, incluso cuchillos para despiezar”.
Una hora después, continuó la discusión entre ambos sobre el volumen de la música y tras quitarle el altavoz a la víctima, le persiguió hasta su habitación golpeando violenta y fuertemente la puerta que se hallaba cerrada por dentro con patadas. Portaba el acusado un cuchillo de grandes dimensiones de los utilizados para actividades cárnicas de despiece de 20 centímetros de hoja.
Al abrir la víctima la puerta, J.D.J. “con ánimo de causar la muerte se abalanzó violenta e intencionadamente sobre la víctima, dirigiendo el cuchillo de arriba hacia abajo y directamente hacia su pecho e intentó clavarle el cuchillo en el pecho a la altura de zonas vitales del cuerpo”.
La víctima se protegió con las manos y agarró al procesado por la muñeca de la mano, forcejeando ambos y causándole al primero un profundo corte en el dedo índice de la mano izquierda. En ese momento, los demás inquilinos acudieron en auxilio de éste y, tras un forcejeo, le quitaron el cuchillo al acusado y lo redujeron en el pasillo de la vivienda. Como consecuencia del ataque, sufrió lesiones en la mano de las que tardó en curar 155 días.
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