La construcción, en el punto de mira
El frenazo del sector de la edificación residencial podría llegar a provocar la destrucción de hasta 1,2 millones puestos de trabajo en dos años, contando los empleos derivados de las industrias auxiliares a la hora de hacer una vivienda, según advirtió la responsable de Infraestructuras y Sector Público de KPMG España, Elena Pisonero.
En una entrevista concedida a Europa Press, Pisonero explicó que, según las estimaciones del sector, la construcción de una vivienda requiere dos empleos directos, cifra que se puede duplicar al contar aquellos puestos procedentes de otros sectores asociados a la edificación, como fontanería o instalación eléctrica.
En ese sentido, recalcó que ha sido la crisis en el sector financiero la que ha “cambiado el paso” de las inmobiliarias y constructoras españolas a la hora de asumir el cambio de ciclo del mercado español, que será de esta forma “más brusco” de lo que esperado, hasta el punto de que en 2008 se podrían reducir hasta en 300.000 las viviendas iniciadas.
No obstante, Pisonero aseguró que las principales promotoras ya eran consciente de la posibilidad del ajuste, y recordó que desde finales de 2006 los grandes grupos inmobiliarios aceleraron sus proyectos de concentración al ser conscientes de que se había tocado techo en la edificación residencial, tras alcanzar un récord de casi 900.000 viviendas nuevas.
Este 'parón' de la actividad en la parte residencial repercutirá en la cartera de las constructoras con un desfase que viene marcado por el periodo medio de edificación de una promoción, dos años.
VIVIENDA LIBRE, LA “PARTE DEL LEÓN”
La experta señaló que este “impacto importante” en el empleo sólo podrá ser absorbido “parcialmente” por obra civil o la construcción no residencial, lo que abre un panorama que obligará a la “dinamización de la economía española” para que otros sectores productivos, como la industria, puedan acoger este excedente de trabajadores.
Asimismo, explicó que las medidas anunciadas por el Ejecutivo para reforzar al construcción d viviendas de protección oficial (VPO) y la rehabilitación de viviendas no son una solución para la crisis inmobiliaria, ya que la “parte del león” de la demanda es la vivienda libre.
Por este motivo, aposto por incentivar la demanda del propio sector, y en este sentido también rechazó que el Ejecutivo pueda llevar a cabo acciones directas para facilitar el acceso al crédito bancario a las empresas o incluso financiar su actividad a través de líneas de créditos ICO. “Me parece erróneo y no va a solucionar las situación del sector”, aseveró, e indicó que el rol de las empresas ante la actual coyuntura es desarrollar “proyectos que aporten valor”.
PARÁLISIS DE LA FINANCIACIÓN
Pisonero explicó que la situación derivada de la crisis 'subprime' también se ha traducido en que muchas promotoras se vean obligadas a acometer sus proyectos en unas condiciones de “falta de financiación y elevado endeudamiento”. A esto se une que el endurecimiento en la concesión de créditos hipotecarios esté disuadiendo a los clientes a la hora de adquirir una vivienda.
Precisamente esta semana el Instituto Nacional de Estadística (INE) anunció que la compraventa de viviendas disminuyó un 27,1% en enero respecto al mismo mes de 2007, ya que se intercambiaron un total de 61.792 inmuebles, mientras que la cifra de viviendas hipotecadas que registró una caída del 25,71%. En este sentido, Pisonero se refirió a una “parálisis de la financiación” por la parte de la oferta y de la demanda.
Quien fuera secretaria de Estado de Comercio durante el primer Gobierno de José María Aznar, señaló que tras una época de “exhuberancia financiera” se ha endurecido excesivamente las condiciones de de crédito tanto para los cliente como para las empresas. “Hemos pasado de financiarlo a todo a que no se financie nada”, aseguró.
Por este motivo, reiteró que lo más “urgente” en estos momentos es que se reduzca la incertidumbre en los mercados, estableciendo referencias a medio y largo plazo, respetando también las reglas del mercado para salvar la “crisis de confianza” actual. Además, señaló que la principal variable por parte de la demanda de vivienda es el poder adquisitivo de las familias, e instó al Ejecutivo a desarrollar medidas de el control de la inflación para conseguir que los tipos de interés resulten “más asequibles”.
FORTALEZA DE LAS GRANDES CONSTRUCTORAS
A juicio de Pisonero, la crisis no afectará significativamente a los grandes grupos constructores españoles. En este sentido, recalcó que las constructoras han abordado un proceso “muy importante” de desde los años 90 para afrontar la diversificación de actividades y la internacionalización, logrando así haber reducido su exposición al sector nacional hasta un 35%, y aportando de paso “solidez” a a economía española, de la que obtienen más la mitad de sus ingresos.
Pisonero explicó que la construcción aporta en la actualidad un 18% del PIB español y un 13% del empleo. Asimismo, la actividad se concentra en la construcción residencial, con un 60%, frente a sólo un 24% orientado hacia la obra civil y un 16% a otros tipos de edificación.
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