La culpa es de las CC.AA.
El ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria, reacciona a las críticas vertidas contra el Sistema Nacional de Salud (SNS) en el índice de Consumidores de la Sanidad Europea 2008 (EHCI, por sus siglas en inglés), que sitúa la atención sanitaria en España por debajo de la media europea por sus listas de espera, recordando que las competencias del sector están transferidas a las comunidades y que eso obliga “un esfuerzo de coordinación”.
“La respuesta es la historia clínica digital, la receta electrónica y el ensayo piloto que empezó en el mes de octubre y que hace que España sea líder en Europa en el proceso de e-Health, si bien es cierto que nuestra Constitución transfiere las competencias a 17 comunidades autónomas y eso obliga aun esfuerzo de coordinación en el cual estamos”, manifestó Soria en la inauguración de la I Reunión Científica sobre Trasplantes.
“Esperamos que el impacto que eso tenga en la atención sanitaria sea menor, una vez resuelta la compatibilidad de los sistemas, que es en lo que estamos ahora”, añadió el ministro de Sanidad.
Según los resultados de este estudio europeo, que trata de analizar la calidad de los servicios sanitarios en Europa y que fue publicado ayer, el sistema de España, con 639 puntos de 1.000 posibles, sería comparable a los de República Checa, Italia, Hungría e Irlanda, situándose muy por debajo de los primeros puestos que ocupan Países Bajos (que lidera el 'ranking' con 839 puntos), Dinamarca (ganador del Diabetes Index 2008), Austria (el país con el sistema sanitario más accesible en 2007), Luxemburgo y Suecia.
Este año España pierde varios puestos en la clasificación respecto al año anterior, cuando sí logró un aprobado, y es superado por nuevos Estados miembros, como Hungría y República Checa. Los peores datos los recibe en áreas como los derechos de los pacientes e información, las aplicaciones electrónicas en materia de sanidad ('e-Salud') y el tiempo de espera para recibir tratamientos comunes.
Por otra parte, Soria rehusó pronunciarse sobre la decisión de la Justicia italiana que ha autorizado desconectar a Eluana Englaro, una paciente en estado vegetativo desde 1992, alegando que se trata de una resolución judicial que “hay que dejar en ese nivel, ya que la sociedad, a través de los jueces, es la que tutela los derechos”.
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