La fuente de la alegría
Había esperanza, había ilusión, pero sobre todo había apoyo, calor y color, el rojo, para ganar este partido. Banderas de España, caras pintadas de rojo y amarillo, a juego con pantalones, faldas y camisetas, megáfonos, gorros, bufandas.. todo valía con tal de acudir bien uniformados para ver el partido de la Gran Final.
La plaza del Ayuntamiento se ha llenado en seguida de gente. A las ocho de la tarde ya se notaba el ambiente de fiesta y también los nervios. En poco tiempo, han llegado de todas partes de la ciudad. Miles de ojos pendientes de una sola pantalla. Cuando a las nueve menos cuarto los jugadores de la Selección Española han salido al campo, la plaza del Ayuntamiento ha estallado en aplausos y vítores.
“¡A por ellos, a por ellos!” coreaba un grupo de jóvenes con la cara pintada con el nombre de los jugadores españoles. Al lado, un grupo de pakistaníes suspiraban nerviosos en cada pase de los rojos. “Estamos con España porque es casi nuestro país, aunque si jugara con Pakistán, apoyaríamos a nuestra Selección”, reconoce uno de ellos que porta una bandera de España.
Todos con España, todos con la Selección, con Iker, con Torres, con Güiza… Y llega el momento. En el minuto treinta y tres, Fernando Torres consigue el primer y único gol de la jornada. La Plaza del Ayuntamiento vibra con un auténtico rugido de satisfacción. La música suena, la gente se abraza, aplauden, saltan y cantas.
En el tiempo de descanso, la tensión se relaja. Pero en el segundo tiempo, el ambiente se vuelve a caldear. Los alemanes intentan continúamente asaltar la portería de Casillas. Pero San Iker salva cada ataque. La afición riojana se lo agradece con vítores y aplausos.
El tiempo se acaba y parece que los alemanes no van a inaugurar la portería. Se termina el partido. Y la pasión se desata. España es campeona de Eurocopa después de 44 años. “¡A Murrieta, a Murrieta!” gritan los riojanos. La fuente de Logroño se llena de gente. España es campeona y los riojanos lo celebran con mucha agua. Nunca la ciudad ha estado tan feliz.
CALLES DESIERTAS
España estuvo paralizada
durante el encuentro de la final contra Alemania. Fue una jornada histórica que nadie quiso perderse. Bares, casas, y las instalaciones habilitadas para poder presenciar el partido estuvieron repletas. No así las calles y aquellos locales que no vivieron los momentos de la gran victoria deportiva.
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