La reforma sanitaria ya es una realidad
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha logrado hacer realidad una de sus mayores promesas electorales: cambiar el sistema sanitario estadounidense. Este martes, el mandatario sancionaba con su firma el proyecto de ley de reforma del sistema sanitario, convirtiéndolo en ley.
“Hoy, tras casi un siglo de intentos, hoy, después de más de un año de debates, hoy, después de que hayan concordado todas las votaciones, la reforma de los seguros médicos se convierte en ley en Estados Unidos”, declaró Obama en un acto en la Casa Blanca ante congresistas del Partido Demócrata.
“Firmo este proyecto de ley de reforma para convertirlo en ley en nombre de mi madre, que discutió con las compañías de seguros incluso mientras luchaba contra el cáncer en sus últimos días de vida”, añadió el presidente, que destacó que ahora “se pondrán en marcha unas reformas por las que han luchado varias generaciones de americanos”.
“Acabamos de consagrar el principio esencial de que todo el mundo debería tener una seguridad básica en lo que se refiere a la asistencia sanitaria”, destacó Obama.
A la ceremonia asistieron unas 600 personas. Entre ellas, médicos, enfermeras, defensores de la reforma, los 219 miembros de la Cámara de Representantes que este domingo hicieron posible la aprobación del proyecto de ley, así como el líder de los Demócratas en el Senado, Harry Reid, y ciudadanos a los que Obama ha presentado como víctimas del actual sistema de seguros médicos.
La reforma, cuya aplicación costará 938.000 millones de dólares a lo largo de diez años,
permitirá que 32 millones de estadounidenses que ahora carecen de seguro médico puedan tener uno, en parte, impidiendo que las aseguradoras se nieguen a dar cobertura a personas enfermas o con ciertos problemas de salud. Por primera vez, los estadounidenses estarán obligados a tener seguro médico.
Sin embargo, con la firma del presidente no acaba el debate sobre el sistema sanitario,
ya que esta semana el Senado debatirá un proyecto de ley de reconciliación para enmendar ciertas partes del texto sobre la reforma, como han propuesto los republicanos. Este proyecto de ley ya ha sido aprobado por la Cámara de Representantes, de manera que sólo se necesitan los votos favorables de 51 senadores.
Obama subrayó que las modificaciones del texto deben aplicarse cuidadosamente. “Tenemos que hacerlo bien”, dijo. El líder de la Mayoría en el Senado, el demócrata Harry Reid, ha dicho que espera que el texto se apruebe el próximo sábado.
Por otro lado, la reciente ley tendrá que hacer frente a un nuevo desafío: la oposición de varios estados.
Los fiscales generales de 14 estados de Estados Unidos presentaron este martes otros tantos recursos por la supuesta inconstitucionalidad de la reforma sanitaria, aunque la Casa Blanca ya ha anticipado que las críticas tendrán escaso recorrido legal.
Las críticas parten de Florida, Virginia, Alabama, Colorado, Idaho, Michigan, Nebraska, Pensilvania, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Texas, Utah, Washington y Louisiana.
Estos estados consideran que la legislación aprobada el pasado domingo en el Congreso de Estados Unidos viola la cláusula comercial de la Constitución al obligar a casi todos los ciudadanos a que adquieran un seguro médico. El Fiscal General de Florida, Bill McCollum, denunció durante una rueda de prensa en la localidad de Tallahassee que la reforma “fuerza a la población a hacer algo que simplemente la Constitución no permite hacer al Congreso”.
Por su parte, el Fiscal General de Virginia (que planteó un recurso al margen del presentado conjuntamente por el resto de estados), Kenneth Cuccinelli, denunció que las medidas contempladas por la reforma Obama chocan con la normativa estatal.
Sin embargo, estos recursos no parecen inquietar al gobierno de Obama.
La directora de la Oficina para la Reforma Sanitaria de la Casa Blanca, Nancy Ann DeParle, señaló que, pese a las denuncias por la supuesta inconstitucionalidad de la ley, “hay un acuerdo bastante más amplio de que es constitucional”. “Creo que hay gobernadores que podrían estar aspirando para un cargo superior y que sólo están comenzando a enviar un mensaje”.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Justicia, Charles Miller, señaló que este Ministerio defenderá “vigorosamente” la reforma contra las apelaciones que surjan. “Tenemos la confianza de que esta norma es constitucional y lo reiteraremos cuando la defendamos ante un tribunal”, agregó en un comunicado.
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