La Rioja espera recoger 111.000 toneladas

La campaña de remolacha 2007/2008 dará comienzo el próximo 6 de noviembre con unas previsiones que apuntan a una producción total de 510.000 toneladas de las cuales 111.000 pertenecen a La Rioja. Según un comunicado enviado por Asaja, las muestras tomadas arrojan una riqueza media de 16,5 grados.

La Mesa de Seguimiento de Azucarera Ebro ha acordado abrir la campaña remolachera 2007/2008 el próximo 6 de noviembre estimando su duración 12,5 semanas. La campaña tiene un ligero retraso en el comienzo, ya que aunque es habitual comenzar en la segunda quincena de octubre y dada la sanidad del cultivo y el ligero retraso en las siembras debido a las intensas nevadas acaecidas en la Rioja Alta, han aconsejado más días de ciclo. Ello repercutirá en un mejor rendimiento, puesto que el cultivo se encuentra con un aspecto excelente en cuanto a hoja.

Según los últimos datos de las muestras previas a la campaña, el peso estimado por hectárea ronda las 90 toneladas y la riqueza los 16,5 grados, dato que, de seguir un tiempo fresco y sin heladas tempranas, puede mejorar sensiblemente. La campaña contará con una molturación de 510.000 toneladas de las que 111.000 toneladas serán de la Comunidad Autónoma riojana procedentes de las 1.100 toneladas sembradas.

Actualmente el sector remolachero está a la espera de las decisiones que se tomen en las próximas semanas y de las que dependerá la continuidad o no del mismo. El sector productor español tiene claro que hay que amortizar cuanto antes el 50 por ciento de la producción nacional para que lo que quede lo haga con garantías de rentabilidad. Por su parte, la industria española también es partidaria de llegar a la mitad de su producción de azúcar pero no de forma inmediata sino a partir de la campaña 2009/2010, momento en que ya tendría autorización para importar azúcar de terceros países y atender con ello las necesidades comerciales que a ningún precio pretende perder.

ASAJA considera más necesario que nunca que ambos sectores se pongan de acuerdo en el cuándo y cómo acometer el proceso de reestructuración. Los remolacheros podrían seguir siéndolo a unos precios razonables y para ello tanto la industria como las administraciones deberán decir la última palabra para intentar que este sector tan importante en el pasado no pase a engrosar la larga lista de cultivos que ya han pasado a mejor vida.