La Rioja se sitúa a la cabeza en calidad ambiental aunque apenas roza el aprobado
El medio ambiente en España “no goza de buena calidad”, según ha advertido la organización Greenpeace en un informe 'Radiografía social del medio ambiente en España' que ha identificado más de 400 puntos negros, pero también, 214 ejemplos positivos a seguir.
El documento analiza las 17 comunidades autónomas en un ranking que evalúa 24 indicadores en función de su índice de calidad ambiental en materia agricultura, calidad del aire, costas, pesca, energía y cambio climático, protección y gestión del territorio y gestión de los residuos.
La directora de campañas de Greenpeace, María José Caballero, ha lamentado que “todas” las comunidades autónomas obtienen una calificación de media o mala calidad ambiental. Además, ha añadido que no hay mucha diferencia entre la que obtiene una mejor calificación y la que se sitúa a a la cola.
En concreto, la primera (La Rioja) ha obtenido una puntuación de 9 puntos sobre 17 y la última (Aragón), 6 puntos. “Algunas pasan de 8, un aprobado, pero hay otras con calidad muy baja en todos los indicadores”, ha apuntado.
Según esta puntuación, las comunidades con mayor puntuación son La Rioja, Navarra y la Comunidad de Madrid, seguidas de Extremadura, Castilla y León, Galicia, Andalucía, Cataluña, Baleares, Murcia, Canarias, Castilla-La Mancha, Asturias y País Vasco. En el vagón de cola, por su parte, están la Comunidad Valenciana, Cantabria y Aragón.
“Todas las comunidades se sitúan en un nivel de calidad ambiental medio y bajo por lo que en todas, sin duda, existe un gran margen de mejora, ha manifestado el responsable del informe, Julio Barea, que ha apelado a la ”gran responsabilidad“ en esta situacion que tienen tanto el Gobierno central, como las comunidades autónomas.
A su juicio, es “fundamental” que los responsables hagan políticas para la ciudadanía y el entorno natural y dejen de hacerla “de espaldas a ella”.
Por su parte, Caballero ha explicado que el informe refleja las duras consecuencias sociales que ha tenido la crisis económica y demuestra que el medio ambiente es “víctima” de esta situación, al tiempo que quien sufre las consecuencias son los ciudadanos. Por ello, ha insistido en que es “necesario” que los dirigentes reviertan la situación y opten por modelos económicos y sociales respetuosos con el medio ambiente, ya que lo contrario tiene “graves consecuencias” para la sociedad.
El documento expone las consecuencias ambientales y sociales de la corrupción, de proyectos e infraestructuras negativos para el medio ambiente como los aeropuertos de Ciudad Real o Castellón, autopistas “por las que no viaja nadie”, el almacén de gas Castor la privatización de los servicios de agua.
Así, concluye que la mala calidad del medio ambiente tiene repercusiones sobre la salud humana y pone de ejemplo Madrid, de la que Barea ha recordado que es la quinta capital europea con peor calidad del aire y donde mueren 2.000 personas al año de forma prematura por este motivo.
Sobre la corrupción, el informe refleja que “la costa ha sido el principal escenario donde la destrucción del medio ambiente ha venido precedida de escándalos urbanísticos”. De hecho, en 2011 se iniciaron 1.754 procesos judiciales por actos ilegales de ordenación del territorio y se dictaron 408 condenas.
Respecto a las puertas giratorias, denuncia que el caso “más preocupante” es, precisamente el de la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que fue directiva de Fertiberia, una empresa de la que la ONG dice que tiene “el peor historial de contaminación” en España.
Además incluye los retrocesos por la Ley de Costas o en el sector forestal por los recortes en prevención y extinción de incendios, la tendencia a la privatización del agua que afecta a la mitad de municipios del país
No obstante, la 'radiografía' elogia y refleja “numerosas” iniciativas y ejemplos positivos de acciones y movilización ciudadana, muchas veces exitosas como las protestas contra las energías sucias, el fracking, el almacén Castor o las prospecciones de petróleo en el mar o la declaración de municipios libres de transgénicos y la oposición de siete gobiernos regionales a los proyectos de fracking.
“La gente no está contenta, demanda cambios y los hace de forma valiente. El medio ambiente no goza de buena calidad. Esta es una llamada a los dirigentes políticos. (...) Si queremos una sociedad más justa, más saludable, con más transparencia y más democracia, el medio ambiente importa”, ha concluido Caballero.
0