La SD Logroñés sobrevive a través de la épica

Son malos tiempos para ser aficionado de la SD Logroñés y tener problemas cardíacos. Tras el severo correctivo recibido en Ferrol la semana pasada (6-0), llegaba el conjunto entrenado por Agustín Abadía a este domingo con ganas de cambiar una racha negativa que ya dura demasiadas semanas, o más bien la segunda vuelta al completo. También las sensaciones y un poco todo en general, por abreviar esta introducción y centrarnos en la crónica del partido. A los blanquirrojos se les está haciendo demasiado larga la temporada y el descenso sobrevuela demasiado sus pensamientos. E una obsesione. Eso sirve de acicate para no dejar de pelear, de luchar en cada lance, incluso para que las piernas pesen menos en los tramos finales de los partidos, cuando un gol hace pasar de la alegría a la tristeza, o viceversa, con la que uno se marcha a casa.

No pasaba el filial rojiblanco en la segunda parte, hoy de verde, por su mejor momento, cuando se ha desatado y ha destrozado a un equipo ya malherido cuando salta al terreno de juego, pero que, cosas del fútbol, despierta cuando parece que está todo perdido. No le gusta resignarse. Presionando en la salida de balón, el filial sportinguista ha robado no muy lejos del área local, lo que ha propiciado una buena combinación entre Jony y Dani, que ha colocado a este último en posición de disparo y con muy malas intenciones. La ha pegado por abajo, rasa, fuerte, y se ha colado por debajo de las piernas de Mandaluniz. Primera llegada, primer gol.

Ha intentado despertar la SD Logroñés por medio de Laencina, muy incisivo durante todo el encuentro, pero no ha sido suficiente en un primer envite. En un contraataque muy rápido del conjunto asturiano, Mandaluniz rechaza el primer disparo de Álex García pero no el segundo. Salir y besar el santo, que reza el dicho popular, ya que el jugador sólo llevaba tres minutos sobre el césped de Las Gaunas. Jony, con un tiro desde fuera del área, daba por sentenciado el partido en el 75. O eso pensábamos casi todos los asistentes. Ha llegado entonces el orgasmo blanquirrojo en una orgía de goles inimaginable e irrepetible. Diez minutos de éxtasis en los que los pupilos de Abadía parecían volar y tener superpoderes, como cuando Clark Kent entraba en una cabina.

Tamayo, solitario en ataque esta tarde, ha recortado diferencias gracias a un pase de Javi Torres. “A ver si estos la van a liar…”, ha comentado un periodista. Abierta la caja de Pandora, Metola, en un córner, a falta de un minuto para que terminara el encuentro, proseguía con el enredo y ponía el 2-3 en el marcador. El empate ya sólo era cuestión de fe porque el Sporting B no estaba y no se le esperaba. Y ha llegado. Rachid ha cometido un penalty sobre Tamayo y Laencina lo ha metido por toda la escuadra engañando a Dennis. 3-3. Final. Quizás el grito no se haya vuelto a escuchar a varios kilómetros de distancia pero la sonrisa no se podía desdibujar en los rostros de jugadores, afición y cuerpo técnico. El empate no era un buen resultado al comienzo del encuentro, pero la historia cambia con el desarrollo de los acontecimientos. A veces un empate sabe mejor que una victoria.

FICHA

SD Logroñés: Mandaluniz; Ledo (Iñaki Jiménez, min. 79), Metola, Jon Moya, Alcántara; Toledo (Del Puente, min. 68), Candelas, Mario León (Javi Torres, min. 79), Óscar Loza, Laencina; Tamayo.

Sporting de Gijón B: Dennis; Sergio, Erencia, Julio, Alberto; Bustos (Guillermo), Guitian (Dani), Zambrano, Jony; Yacine (Álex García, min. 66), Rachid.

Goles: 0-1, Dani (min. 58); 0-2, Álex García (min. 69), 0-3, Jony (min. 75); 1-3 (Tamayo, min. 81); 2-3, Metola (min. 89); 3-3, Laencina (min. 90).

Árbitro: Azpilikueta Saldias (Comité vasco). Ha amonestado a Jon Moya, por parte de la SD Logroñés; y a Erencia, Alberto, por parte del Sporting B. Ha expulsado a Rachid en el minuto 90 tras realizar un penalty.

Incidencias: 847 espectadores en Las Gaunas. No se ha guardado un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del ex presidente Adolfo Suárez.