“La situación es una pesadilla hecha realidad”
Después de la noticia de la ejecución del rehén francés a manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico, la preocupación por la situación que viven los secuestrados occidentales en África ha aumentado considerablemente. El estado de salud de estas personas y las circunstancias a las que se enfrentan han quedado patentes en la última conversación telefónica de una ciudadana estadounidense, secuestrada hace dos meses en la región sudanesa de Darfur.
La mujer pudo hablar con la agencia Reuters, a quien confirmó que apenas dispone de agua y comida y que teme por su vida.
La cooperante, que trabajaba para la ONG estadounidense Christian Charity Samaritan's Purse, organización que ha pedido que su identidad permanezca en secreto, es la única rehén extranjera retenida en Darfur. “En la actualidad estoy en un wadi [el lecho seco de un río] con unos 20 hombres”, afirmó la cooperante secuestrada en una conversación mantenida a través de un teléfono satelital.
“Ya no me alimentan, está lloviendo y, pese a que hay un par de lonas, estamos durmiendo bajo la lluvia [...] No disponemos de agua limpia, y bebo agua de lluvia cuando soy capaz de recogerla”, afirmó la cooperante.
La mujer aseguraba que también lograba subsistir bebiendo leche de camello. “La situación es una pesadilla hecha realidad”, dijo la cooperante, cuya voz sonaba calmada pero se quebró al recordar lo mucho que echa de menos a su familia.
La rehén afirmó que los captores habían incrementado el nivel de hostilidad hacia ella, una estrategia frecuentemente usada por estos grupos para presionar al Gobierno de Sudán para conseguir un rescate. Los secuestradores han exigido el pago del rescate al Ejecutivo sudanés, pero no ha trascendido la cuantía de éste.
Por otro lado, una rehén irlandesa y otra de Uganda que permanecieron secuestradas en Darfur el año pasado durante más de tres meses denunciaron que en ocasiones eran víctimas de ejecuciones simuladas que buscaban intimidarlas.
Los secuestradores de la cooperante retenida contactaron con Reuters en Jartum, facilitaron un teléfono satelital y pidieron al reportero que contestara cuando se produjera la llamada.
Las fuerzas de seguridad y los servicios de Inteligencia sudaneses han conseguido liberar a todos los extranjeros secuestrados desde comienzos de 2009,
poco después de que el Tribunal Penal Internacional (TPI) cursara una orden de detención contra el presidente Omar Hassan al Bashir por crímenes contra la humanidad.
Los últimos liberados fueron dos cooperantes alemanes secuestrados hace poco más de un mes en Darfur. Ambos trabajaban para Technisches Hilfswerk (THW) cuando fueron secuestrados en las oficinas de esta organización en Nyala el pasado 22 de junio.
0