La vida en un barrio de Logroño con alma de pueblo: “La calidad de vida que tengo en El Cortijo no la tenía en Madrid”
¿Barrio o pueblo? Izaskun y Alberto lo tienen claro: El Cortijo es un barrio con alma de pueblo ubicado en el margen derecha del río Ebro en el que viven 209 personas. Izaskun Escorza vive en El Cortijo desde hace 25 años, desde que abandonó Madrid por este barrio de Logroño. “Mis abuelos maternos vivieron aquí, mi madre nació aquí y yo llevo viviendo aquí desde hace 25 años cuando decidí abandonar Madrid por volver a El Cortijo”. Decisión de la que no se arrepiente. “Todo el mundo me decía que estaba loca y que no me iba a acostumbrar a la vida aquí, pero estoy feliz”. En este tiempo han surgido oportunidades laborales en Madrid, pero las ha rechazado. “Me dijeron, ¿cuánto quieres por volver Dije que no porque la calidad de vida que tengo aquí no la tengo en Madrid”.
A lo bueno te acostumbras pronto e incluso ya doy por hecho cosas como abrir la ventana y que solo se escuchen los pájaros y las campanas de la iglesia
Escorza tiene dos hijos y cuenta que mientras que son pequeños la vida en un sitio como El Cortijo es “maravillosa”, sobre todo cuando llega el buen tiempo y desaparecen la rigidez de los horarios y el colegio. Ahora con 14 y 17 años esta madre echa en falta más frecuencia de autobuses. Y parece que en eso está el Ayuntamiento de Logroño. Y es que desde el pasado mes de agosto se ha mejorado la comunicación de transporte urbano en el barrio. En concreto, se amplió el número de frecuencias de la línea 6, Centro-El Cortijo, con dos más (una por sentido) de lunes a domingo. Y además, el Consistorio llegó a un acuerdo con la Asociación de Taxistas de Logroño para establecer un precio único pactado en el trayecto Logroño-El Cortijo: 16 euros si el servicio se solicita entre semana y de 19 euros si se contrata en domingos, festivos y noches.
Cuando hace 25 años, Izaskun abandonó la capital por este barrio de Logroño pensaba dónde leería ahora. “En Madrid leía en el metro, había que aprovechar el tiempo perdido en el transporte público”. Ahora lee en su casa. “A lo bueno te acostumbras pronto e incluso ya doy por hecho cosas como el ambiente de pueblo que tenemos aquí, salir a la calle y conocer al vecindario, ayudarnos unos a otros o abrir la ventana y que solo se escuchen los pájaros y las campanas de la iglesia”. También forma parte de su rutina dar un paseo por la vía verde de El Cortijo con el río Ebro y las viñas como paisaje. Y es que como dice “el campo siempre tiene su encanto y nosotros vivimos en el campo”. También su hermana abandonó Madrid y ahora vive con ella en El Cortijo, ejemplo que seguirá su hermano. “Vivía en Estados Unidos y siempre ha querido volver”. Ya está más cerca porque vive en Madrid y su intención es vivir en El Cortijo donde también tiene su casa.
Demanda histórica del vecindario de la zona
El Cortijo, al igual que la carretera de El Cortijo, Yagüe, el Parque de Los Enamorados, Valdegastea y El Cubo son barrios del distrito oeste de Logroño. Laura Lázaro es la concejala de este distrito en el que viven cerca de 27.500 personas. Desde principios de este año 2025, el Ayuntamiento de Logroño ya es titular de la carretera de El Cortijo, una vía (LR-441) en la que el Ejecutivo regional va a invertir cuatro millones de euros.
La cesión se fundamenta en que la carretera se encuentra en el término municipal de Logroño y no está conectada con las redes de titularidad autonómica y estatal. Así, ha adquirido un carácter netamente urbano, facilitando únicamente el acceso a parcelas agrícolas y forestales, así como desplazamientos internos en la ciudad. Por todo ello, se considera que ya no cumple los requisitos que marca la legislación autonómica para formar parte de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma.
La carretera LR-441, que comienza en la calle General Urrutia y finaliza en la calle Olmo del barrio de El Cortijo, tiene una longitud total de 5.530 metros y tres tramos diferenciados. El primero, entre la glorieta situada en la calle General Urrutia y el punto kilométrico 1+780, discurre por suelo urbanizable no delimitado, existiendo cultivos y edificaciones a lo largo de la carretera, y sirviendo a un tráfico de carácter rural y peri urbano. El segundo tramo, entre los puntos kilométricos 1+780 y 5+200, tiene un carácter más rural y atraviesa varias zonas de suelo no urbanizable asociadas a diferentes clases de cultivo. El tercer tramo, entre el punto kilométrico 5+200 y la calle Olmo, discurre por suelo urbano, encontrándose completamente urbanizado a partir del punto kilométrico 5+400, disponiendo de espacios diferenciados para vehículos y peatones hasta el final del tramo.
“Aquí soy libre”
Mejoras que refuerzan la postura de vecinos como Alberto Melón. Tiene 57 años y confiesa que no cambia El Cortijo por nada.
Tenemos las bondades de un pueblo y la ciudad a pocos minutos
El motivo: “la forma que tengo de vivir aquí es difícil encontrarla en otro sitio, aquí soy libre”. Se presenta como natural de El Cortijo, “un sitio privilegiado con alma de pueblo aunque es un barrio de Logroño. Aquí vivimos muy tranquilos, muy libres, seguimos viviendo como hace muchos años”. Este ciclista, ahora aficionado, presume de vivir en este barrio a 5 kilómetros de Logroño: “tenemos las bondades de un pueblo y la ciudad a pocos minutos”.
Y entre las bondades que destaca está la vía verde. Un proyecto que ha utilizado parte del trazado de las vías del tren redescubierto durante los años de pandemia “por vecinos y vecinas de Logroño que venían hasta aquí para expandirse”. Y a esta vía verde se suman “las reparaciones acometidas por el Ayuntamiento de Logroño en diversos caminos y ciclovías por las que la gente viene a pasear y a andar en bici por este entorno privilegiado, mucho más en plena primavera”. Pero además de todos estos recursos naturales, Melón destaca la labor del vecindario y de su asociación. “Organizan rutas y paseos a los que se apunta mucha gente de Logroño, organizan la Ruta del Mantible, la Fiesta del Choricillo a la que cada vez viene más gente y otra ruta por todos los viñedos del meandro del río Ebro que está teniendo mucha aceptación”. Una asociación, dice, “que está empujando y organizando actividades para impulsar el barrio, para que no decaiga y para mantener las costumbres y tradiciones”.
El Cortijo está en un enclave privilegiado, no solo para el vecindario, sino también para el resto de logroñeses y logroñesas se acercan a disfrutar de su historia y de sus paisajes
Y en esta labor, el Ayuntamiento de Logroño tiene también diversas inversiones previstas. “El Cortijo está en un enclave privilegiado, no solo para el vecindario, sino también para el resto de logroñeses y logroñesas se acercan a disfrutar de su historia y de sus paisajes”, apostilla la edil Laura Lázaro. Un barrio de Logroño que también cuenta con consultorio médico y piscinas municipales. Y entre las actuaciones previstas a medio plazo, la concejala ha destacado tres: en el frontón, en el trujal y en las antiguas escuelas. Así, se va a arreglar el tejado del trujal dañado por el viento, “lo vamos a acondicionar para que el vecindario lo pueda seguir utilizando para la realización de actividades como exposiciones o incluso pequeños conciertos”. En julio de 2018, el Ayuntamiento de Logroño entregó las llaves del remodelado trujal a la asociación vecinal porque su recuperación surgió tras una petición por parte de ellos. Fue el vecindario quien manifestó su interés por revitalizar este enclave y poder atender a las visitas que demanden conocerlo y así conservar el patrimonio histórico de este barrio logroñés. INVERSIÓN
Y además se va a reforzar la apuesta por los las mejoras de los recorridos ciclables y peatonales de Valdegastea, El Cubo y El Cortijo en el que se invertirán 500.000 euros. Una inversión con la que se actuará sobre el área delimitada al sur por el Camino de Fuenmayor, al este por los barrios de Valdegastea y El Cubo con el Puente de Sagasta (cuarto puente), al norte con el río Ebro y al este con el límite del término municipal de Fuenmayor.
Las obras proyectadas consisten en la consolidación de varios itinerarios existentes que comunican, por un lado, el barrio de El Cubo con el del Cortijo, el de Valdegastea con el del Cortijo, y entre ambos. Y, por otro lado, la recuperación, mejora y potenciación de los itinerarios existentes en todo el entorno del barrio del Cortijo, especialmente en la zona del meandro del río Ebro, que por su extraordinario valor paisajístico y medioambiental, unido al entorno vitivinícola en el que se desarrolla y a los restos del Puente Mantible, convierte a esta zona en una joya natural.
Y para ello los trabajos se centran en el refuerzo de la señalética de los caminos existentes que conducen desde los barrios de El Cubo y Valdegastea hasta el barrio de El Cortijo así como señalizar y potenciar caminos públicos como el GR-99 y la Vía verde y mejorar el firme de aquellos tramos que se encuentran en peor estado realizando pequeñas reparaciones. La actuación prevista también contempla la recuperación de algún tramo de camino en desuso, que mejora la comunicación con el resto de la red, así como la pavimentación de pequeños tramos con pendientes bastante pronunciadas que dificultan actualmente el tránsito por ellos al estar llenos de cárcavas producidas por las escorrentías superficiales.
Puente Mantible, el gran emblema de La Rioja
Y también en el distrito oeste de Logroño está lo que el presidente de Rioxa Nostra La Rioja, Isaac Martínez Espinosa, considera “el gran emblema de La Rioja” o uno de los hitos para la concejala Lázaro. Martínez es además historiador y asegura que “por su historia apasionante, por su vida increíble y por una muerte triste y penosa que se podía haber evitado, este lugar tiene mucho interés. Forma parte del itinerario del Camino Jacobeo Francés, lo que le convierte en Patrimonio de la Humanidad y es además un Bien de Interés Cultural”.
El origen de Puente Mantible es incierto y aunque algunas fuentes lo sitúan en la época romana, este historiador lo fecha en los siglos XI o XII, “para mí es un puente medieval por su tipología similar a lo que tenemos en Puente La Reina”. Un puente que “pronto cae en ruina, sobre todo desde que el Camino de Santiago empieza a transitar por Logroño, una ciudad económicamente fuerte y que ofrecía servicios importantes para los peregrinos como el hospital, el albergue y el mercado”. El tránsito por esta vía cada vez era menor yasí se aceleró “deterioro del puente hasta que finalmente cayó”.
El puente fue inaugurado 19 de febrero de 2024 tras las obras de consolidación y restauración llevadas a cabo. El coste total de las intervenciones realizadas en su restauración superaron el millón de euros, 1.013.835. Una actuación, apostilla Lázaro, “que es un claro ejemplo del compromiso colectivo que debemos asumir para proteger nuestro patrimonio, difundir nuestras señas de identidad y preservar nuestra historia”.
El Cortijo, un barrio con alma rural, de historia viva y un paisaje único a pocos minutos de Logroño
Y una vez restaurado, este historiador sugiere convertir a este puente en un “nuevo vínculo con nuestros vecinos del País Vasco y convertir en este patrimonio en un emblema de unidad”. Y para ello propone, tras la restauración del arco del otro lado, “hacer una pasarela de lado a lado, crear una zona verde y convertir este espacio en un circuito verde que nos lleve de Fuenmayor hasta Agoncillo o al menos Varea. Convertir a los barrios de Logroño en uno solo con el río Ebro como elemento canalizador”.
Agricultura, paisaje, naturaleza, patrimonio histórico... son algunos de los reclamos de “un barrio con alma rural, de historia viva y un paisaje único a pocos minutos de Logroño”, concluye Laura Lázaro.
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