El asfaltado de la calzada puede ser la solución al goteo de reparaciones en Gran Vía
Desde que se inaugurase la nueva Gran Vía de Logroño en 2007, el aluvión de reparaciones de diferente índole no ha dejado tranquila a la ciudad. Vecinos, comerciantes y ciudadanos llevan padeciendo este goteo de taladros y carteles de 'estamos en obra' hasta el punto de verlo con cierta normalidad.
Hoy, a pie de obra, los concejales de Movilidad, Domingo Dorado, y del Parque de Servicios, José Luis Prado, han informado de una posible solución a estos arreglos. “La Gran Vía se diseñó en su día para un tratamiento semipeatonal -ha señalado Prado- y la vida diaria nos indica que lo que la ciudad demanda es que sea una arteria principal, la solución que más garantía da es el pavimento”.
Y es que desde la semana pasada se están desarrollando en el carril Norte diferentes actuaciones entre las calles República Argentina y Chile, “siempre se intenta resolver el mismo problema, reponer los adoquines, bordillos, sumideros, que por la acción del tráfico rodado se van moviendo con el transcurso del tiempo sobretodo el época de lluvias”, incide Prado.
Estas mejoras, no han sido las únicas en lo que va de año. En marzo se reparó el pavimento del carril Sur, también entre República Argentina y Chile, “los adoquines que más se mueven son los que se colocaron con la obra inicial”, asegura Prado. Sólo con las dos actuaciones de abril, que terminarán la semana que viene, el coste asciende a 30.000 euros.
La pavimentación de la calzada, ha resaltado Prado, “evitaría ruidos, costes y lo que viene a resultar un saco sin fondo”, según ha destacado, “estamos invirtiendo dinero desde que acabó la garantía en 2007”. Entre 2008, 2009 y 2010 el Ayuntamiento de Logroño ha invertido en mantenimiento, señalización de bandas indicadoras para invidentes en pasos de peatones o reordenación de zonas de carga y descarga un total de 600.000 euros.CAMBIO RADICAL EN LA GRAN VÍA
Por su parte el concejal de Movilidad, Domingo Dorado ha señalado la necesidad de realizar obras más allá del pavimento, “con el cambio de todas las luminarias de Gran Vía, por 360.000 euros”, ha señalado, para mejorar puntos peligrosos como la Plaza Salón o la glorieta de Murrieta.
Las carencias de esta vía también tienen que ver con la señalización vertical “que no cumplía con la Ley de Tráfico” ha añadido Dorado, en los pasos de peatones, donde se han instalado indicadores para invidentes o en algunos resaltes “que se han levantado y ha ido fenomenal, hasta en menos ruido” ha resaltado.
Dorado ha señalado que según un estudio que se encargó a la empresa Tecnoproject se aconsejaba “primer reparar, lo que hemos hecho con un dineral gastado, y, si seguía dando problemas con estas reparaciones, levantar los adoquines de la calzada y sustituirlos por asfalto”, lo que supondría un coste de unos 400.000 a 450.000 euros.
Transformar el adoquín de la calzada en asfalta se realizaría en cuatro fases: primero entre Chile y Murrieta, segundo entre Vara de Rey y San Antón, tercero en la Plaza Salón, y el tramo más largo y costoso, con un presupuesto de 270.000 euros, entre República Argentina y Chile.
También se plantea eliminar las luminarias del suelo que separan carriles, con un coste de unos 20.000 euros. Dorado ha afirmado que en la actualidad no se podría desarrollar esta obra, “y que no se ha querido hacer en este momento, antes de las elecciones, por pudor”.
Según ha asegurado Dorado, “si el PSOE vuelve a gobernar el Ayuntamiento, levantaremos Gran Vía para evitar más problemas de circulación, de accesibilidad, y también de ruidos, porque, con el asfaltado de la calzada, se reduciría la emisión de ruidos en 3 ó 4 decibelios”. “El conjunto de todo lo que habría que hacer en Gran Vía, con unos 900.000 euros, triplicaría lo que supone el mantenimiento de las calles del resto de la ciudad al año”, ha concluido Prado.
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