El puente de Hierro de Logroño se abre al tráfico rodado
El puente de Hierro de Logroño recupera su actividad habitual, con la apertura al tráfico rodado y al paso de peatones, tras unas obras de rehabilitación que se han prolongado durante el último año, con un coste de más de 2 millones de euros.
El presidente del Gobierno de La Rioja, Pedro Sanz, acompañado por autoridades locales y regionales, ha encabezado el acto de reinaguración de este infraestructura construida en 1881 a partir del proyecto del ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, Fermín Manso de Zúñiga.
La empresa constructora Eurocontratas se ha encargado de esta actuación, que ha supuesto el corte de la circulación rodada desde el pasado 31 de septiembre.
Para llevar a cabo las obras de rehabilitación, el Gobierno de La Rioja contrató la redacción de un diagnóstico a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Cantabria que trabaja en actividades científicas de investigación y desarrollo tecnológico relacionadas con las obras públicas.
De acuerdo con ese estudio, el Ejecutivo regional contrató la redacción del proyecto a FHECOR Ingenieros Consultores, que propuso la rehabilitación funcional del puente manteniendo su configuración inicial y asegurando unas condiciones de durabilidad que permitan prolongar su vida.
Por ello, los trabajos en el puente de Hierro se han centrado en la rehabilitación integral fiel a su estado originario. Las obras han incluido la limpieza de la fábrica de los estribos de piedra con la retirada de vegetales, el rejuntado de sillares y la consolidación de los paramentos con el objetivo de conseguir la impermeabilización.
En cuanto a la estructura metálica y con el fin de paliar el deterioro, los trabajos han supuesto la limpieza general y el engrasado de los aparatos de apoyo, la reparación de la barandilla metálica y la imposta (apoyo de la barandilla) así como la aplicación de una pintura de protección en toda la estructura.
Respecto al tablero del puente, se ha sustituido por una losa de hormigón ligero armado para reducir la carga permanente debida al excesivo espesor del pavimento actual y para procurar una circulación tranquila. Las camisas metálicas de las pilas sumergidas que han mostrado síntomas de corrosión se han protegido mediante otra camisa de acero perimetral por debajo del nivel de estiaje y las aceras también se han rehabilitado, mediante la sustitución del firme actual por hormigón ligero con pintura antideslizante. Por último, se ha pintado el puente con una pintura anticorrosión de protección y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación acorde a la importancia histórica y estructural del puente.
Una de las actuaciones emblemáticas ha sido la recuperación de la barandilla que se ha terminado en azul plomo -color original del puente de 1882- y el forjado, en blanco grisáceo.
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