La nueva ordenanza incluirá a los perros agresivos aunque no sean razas peligrosas
Además de la legislación del Estado y de las diversas comunidades autónomas, cada municipio cuenta con su normativa específica sobre perros de razas peligrosas. Esto puede llevar a situaciones casi incomprensibles como que un mismo perro sea considerado peligroso en un sitio y no en otro, es decir, que podamos llevar un dóberman sin bozal en Lardero pero tengamos que ponérselo al llegar a Logroño.
Esto podría cambiar con la modificación de la Ordenanza Municipal, que se encuentra ahora mismo en plena tramitación. Según explica el concejal responsable, Jesús Ruíz Tutor, se está trabajando para ajustar las razas peligrosas a aquellas que determina la legislación estatal, de modo que sean las mismas en cualquier territorio.
Pero la principal novedad se refiere a la inclusión de los perros de cualquier otra raza que demuestren agresividad. “Lo que planteamos es que cuando exista una denuncia y un informe veterinario que lo acredite, se apliquen a ese perro los mismos requisitos que rigen a las razas peligrosas, aunque pesen menos de 35 kilos”, explica Ruíz Tutor.
DATOS
En Logroño hay actualmente unos 15.000 perros según el Registro Informático de Animales de Compañía (RIAC). De ellos, 554 son de razas peligrosas (actualmente hay algo más de 30 en trámites).
Se han registrado en lo que va de año 199 incidencias con intervención de la policía, 44 de ellas con razas peligrosas (un 18%). En la mayoría de los casos por incumplimiento de la normativa: llevar al perro suelto, sin bozal, no tener los papeles en regla...
Estos animales, obligados a ir siempre con correa y bozal, sólo pueden ir sueltos en las zonas de esparcimiento habilitadas para que los perros puedan ir sueltos. Los de razas peligrosas, están obligados a ir en todo momento con bozal.
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