Las mejoras en la captación de Islallana permiten un control instantáneo del agua para Logroño

Diversos avances tecnológicos que se han introducido en la captación de Islallana permiten desde ahora al Ayuntamiento el control “instantáneo” de la calidad del agua que abastece Logroño, “y, por tanto, mejorar su calidad”.
La alcaldesa Cuca Gamarra ha visitado este martes la instalación, en la que acaban de finalizar los trabajos de adecuación, que han tenido una inversión de algo más de 608.000 euros, un 80% de ellos procedentes de fondos europeos.
Gamarra ha informado esta mañana de la finalización en 2013 de dos actuaciones acometidas por el Ayuntamiento de Logroño para mejorar el ciclo del agua de abastecimiento a la ciudad. Ambas actuaciones han supuesto una inversión de 1.192.444,39 euros y han sido cofinanciadas con fondos de la Unión Europea.
En concreto, una de las actuaciones tiene que ver con la mejora de la captación de agua desde el río Iregua mediante la automatización del sistema y la otra está relacionada con la ampliación de la red de agua a la zona del Parque de la Grajera, que hasta ahora no estaba abastecida con agua de la red de la ciudad.
El proyecto de adecuación tecnológica de la captación de agua potable para el abastecimiento a la ciudad de Logroño ha tenido un plazo de ejecución de seis meses.
La primera edil ha señalado que “esta iniciativa está enmarcada en el proyecto Smart City, cuyo objeto ha sido aplicar la tecnología para mejorar los servicios, en este caso, la calidad del agua que se capta del río Iregua en las instalaciones de Islallana”.
Los trabajos han tenido un presupuesto de 608.123,29 euros (casi un 30% menos que el presupuesto de licitación) y un plazo de ejecución inicial de ocho meses, que finalmente se ha concretado en seis meses, por lo que se han empleado dos meses menos. Este proyecto está financiado en un 80% por el programa operativo de Fondos de Cohesión de la Unión Europea.
La obra ha consistido en la mejora de la captación de agua en Islallana, que se transformará en una “captación inteligente” y su conducción hasta la ETAP (potabilizadora) de Lardero.
En este momento, se captan más de 16,9 millones de metros cúbicos, de los que se suministra a Logroño 13,4 millones, y el resto, a Lardero, Villamediana y Alberite. El caudal medio de entrada a la ciudad es de 522,77 litros por segundo y 493,92 el de salida.
Como ha detallado el técnico municipal Rafael Alvarez, “el proyecto ha contemplado la renovación de los medios técnicos y tecnológicos para la detección de parámetros e indicadores de calidad de las aguas”, con un nuevo edificio de instrumentalización, una nueva estación el sistema de oxidación, “es decir, para desinfectar el agua” o un sistema de iluminación eficiente.
A ello ha sumado la reurbanización y adecuación de instalaciones e infraestructuras y una nueva galería de servicios. Con todo, ha resaltado que “se ha acometido la adaptación tecnológica e implantación de sistema de comunicación electrónica entre la captación y la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Logroño”, mediante la introducción de fibra óptica.
De este modo, se permite la transmisión de datos, imágenes y voz “de forma instantánea”, de modo que, desde que se capta el agua hasta que llega a la ETAP “hay un periodo de varias horas, en las que se puede advertir cualquier cambio en la calidad del agua y preparar todo en la ETAP para solucionarlo”.
Además, para la alcaldesa, “la aplicación de la tecnología no es importante solamente porque nos permita dar más calidad al agua que consumimos los logroñeses y también en algunos otros municipios cercanos, sino porque se aplica a un gasto energético eficaz y eficiente, por parte de una sociedad responsable”.
El segundo proyecto permite llevar agua potable de calidad al entorno de La Grajera, procedente de la red de agua de abastecimiento de Logroño, ya que hasta la fecha se suministraba desde Navarrete.
En concreto, se ha realizado la conducción de agua potable desde la calle Las Tejeras hasta los puntos de consumo que se prevean, tanto en el entorno de La Grajera como en el futuro Centro de Formación e Investigación Operativa para Fuerzas Especiales Nacionales y Europeas (PEFE). La tubería discurre hasta las inmediaciones de la autovía LO-20.
Este proyecto estaba financiado también por los Fondos Europeos de Cohesión, en un 80 por ciento, y su precio final de ejecución ha sido de 584.321,10 euros, con un plazo de ejecución de ocho meses. También se engloba en el proyecto smart city o ciudad inteligente, ya que utiliza al máximo las nuevas tecnologías para hacer un uso más eficaz y eficiente del agua.
Esta prolongación de la red conlleva un nuevo sistema autónomo de abastecimiento, que incluye una instalación de electrobombeo y los depósitos de regulación necesarios (regulación de caudal, tuberías de impulsión, regulación de presión y la red de distribución).
En la obra civil se han construido dos depósitos -en Pradoviejo y La Grajera- el segundo de los cuales se ha ejecutado semienterrado para disminuir el impacto visual, dada su elevada ubicación y el entorno paisajístico en que se encuentra.
La comunicación entre los dos depósitos se realiza por medio de fibra óptica. En cada extremo se instalan dos transmisores interconectados de forma que el llenado y vaciado se hace de forma inteligente, teniendo en cuenta la hora del día a efectos energéticos, la demanda y otras condiciones hidrométricas del sistema.
De ahí que revierta en un servicio lo más eficiente energética y de máximo ahorro de agua. La información recibida del sistema de bombeo y depósitos es enviada por vía inalámbrica hasta las instalaciones de la potabilizadora del Iregua.
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