Un Ayuntamiento en la encrucijada
Las elecciones Municipales y Autonómicas del 24 de mayo van a mostrar un nuevo escenario en el conjunto de España, unos resultados más fragmentados y con pocas mayorías absolutas, lo que llevará a pactos de gobierno en numerosos municipios y comunidades autónomas.
El caso del Ayuntamiento de Logroño no es una excepción, al contrario, se puede considerar a tenor de las encuestas y sondeos de estas semanas como una muestra de lo ocurre en España, teniendo en cuenta que Podemos no concurre a las municipales ni se integra en la candidatura unitaria de partidos de izquierda como es Cambia Logroño.
La encuesta elaborada por Rioja2 nos muestra ese escenario, esa fragmentación del electorado en un ayuntamiento como el de Logroño que, tras las elecciones de 2011, sólo contaba con dos partidos políticos, PP y PSOE, con una mayoría de los primeros con 17 concejales frente a los 10 de los socialistas. En estos comicios de 2011, el PSOE y PR+ fueron penalizados por los votantes tras su pacto de gobierno de 2007 a 2011. El voto de izquierda también estaba fragmentado, frente a una fidelidad absoluta hacia el PP por parte de su electorado.
Han sido cuatro años en los que se ha producido un vuelco a la situación política, cuando el bipartidismo parecía más fuerte que nunca antes del 15M, pero surgían señales de desgaste, que se concretaron con la irrupción primero de Podemos en las Europeas de 2014 y, posteriormente, con el avance de Ciudadanos, en las últimas semanas con el viento a favor y restando votos de los descontentos con los populares.
De esta forma, el PP ganaría las elecciones municipales pero sólo con el 33,8% de los votos, dejándose casi quince puntos con respecto a 2011, y pasando a diez concejales. El PSOE también sufriría un importante desgaste, situándose en un mínimo histórico en la capital riojana, 20,5% de los votos, y seis concejales. Tres partidos entrarían en el hemiciclo logroñés: Cambia Logroño, un 17,6% de los votos y cinco concejales; con el mismo número de ediles Ciudadanos y el 16,5% de los votos; mientras que PR+ regresaría al consistorio logroñés, con un concejal y el 5,6% de los votos. Por el contrario, siguiendo la tendencia general, UPyD no lograría representación, fagotizado por Ciudadanos.
El escenario es apasionante por novedoso y porque representa un cambio político sin precedentes en el periodo democrático en nuestro país. Según los datos de este sondeo, si el PP quiere volver a gobernar el ayuntamiento de Logroño necesitaría pactar con alguno de los partidos entrantes, y sólo podría darse la opción de hacerlo con Ciudadanos. En cuanto a otra alternativa de gobierno, la conformada por el resto de fuerzas políticas, la igualdad es mucho mayor, con apenas diferencias entre PSOE, Cambia Logroño y Ciudadanos. Las dos opciones están abiertas pero, en estos momentos, se antoja casi imposible pronosticar qué va a ocurrir.
El descenso del PP y del PSOE obedece a la ya señalada crisis del bipartidismo y el hartazgo de parte de su electorado, más evidente en el caso del PSOE, mucho más crítico y que ha encontrado en otros partidos una alternativa que, hasta hace unos años, no se vislumbraba, bien por convencimiento, bien por el denominado “voto útil”. Con respecto al PP, con un electorado mucho más fidelizado y acrítico, UPyD no fue una amenaza, pero Ciudadanos le ha golpeado en la línea de flotación. Si una parte del potencial electorado popular estaba descontento, pero no contaba por otra alternativa, y posiblemente su destino hubiese sido la abstención, con Ciudadanos han encontrado una vía para canalizar su descontento.
La precampaña y campaña electoral contaba con la ventaja de los populares del grado de conocimiento de su candidata, la alcaldesa Cuca Gamarra, frente a la bastante menor visibilidad de sus rivales, todos ellos y ellas novedosos como cabezas de lista, pocos con experiencia en la primera línea política. A todo ello se une la confusión entre las propuestas más situadas a la izquierda, con la salida de Podemos de la lista de Cambia Logroño. Esa falta de visibilidad no ha sido un problema para esta coalición y para Ciudadanos.
Pero quedan todavía dudas por despejar. Las encuestas dan una gran indefinición en el voto, muchos electores tienen sus dudas, mientras otros no señalan su voto, hecho que ha sido determinante en muchos resultados electorales, alejados de lo pronosticado por las encuestas. Puede que una parte del voto popular pueda quedar “oculto”, en el sentido de no ser señalado, así como el socialista, aunque en menor medida. Los dos partidos mayoritarios han sufrido un enorme desgaste en estos últimos cuatro años, pero siguen conservando parte de su electorado. Eso sí, no parece que estas circunstancias vayan a cambiar el escenario que nos muestra este sondeo. El Ayuntamiento logroñés podría contar con hasta cinco partidos políticos y un PP ganador de las elecciones, pero lejos de la mayoría absoluta, con Cambia Logroño y Ciudadanos desempeñando un papel central, y un PSOE con menos margen de maniobra. Tocará la hora de pactar, de negociar y de una nueva forma de hacer política. Estaremos expectantes.
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