Un libro recogerá la historia y arte del cementerio
El Ayuntamiento de Logroño editará el próximo año un libro sobre la historia y los elementos arquitectónicos y escultóricos de interés artístico del cementerio de la ciudad, desde su creación en 1832. El concejal de Servicios Comunitarios de Logroño, Vicente Urquía, la jefa del Archivo Municipal, Isabel Murillo, y las responsables de este estudio, Ester de Corta, y Miriam Ferreira, han presentado en rueda informativa el contenido de sus investigaciones.
Urquía recordó que este estudio fue encargado por la anterior Corporación (PP), después de que se aprobase en un Pleno de 2003 una moción socialista para encargar este trabajo y dotar al camposanto logroñés de algún tipo de protección. El cementerio logroñés, dedicado a Nuestra Señora del Carmen y promovido por el presbítero de Palacio, Cayetano de la Sierra, se amplió en dos ocasiones, según crecía la población.
Así, la parte vieja se creó en 1832, debido a los problemas de salud pública que ocasionaban los enterramientos habituales en aquella época, que se hacían junto a las parroquias, detalló De Corta. Este primer camposanto parroquial era gestionado por la iglesia de Santa María de Palacio y fue ampliado por Luis Barrón, hasta que se agotó el espacio en 1912, cuando Fermín Álamo volvió a aumentar el recinto.
En 1959 se produjo la reorganización administrativa del cementerio, que permitiría un mayor control y seguimiento, mientras que en 1972 pasó a titularidad municipal y se compensó a la parroquia de Palacio con una subvención de dos millones de pesetas que se dedicó a arreglar la aguja del templo.
Los hermanos Fosores se encargan de las labores de inhumación y exhumación, además del mantenimiento del camposanto logroñés, desde 1965, pero en la actualidad sólo quedan cuatro religiosos, por lo que, si no varía la situación, el Ayuntamiento tendrá que contratar estos servicios en los próximos años.
La aparición de nichos surgió a partir de la década de los años setenta, cuando comenzó a descender la construcción de panteones, mientras que a partir de los años noventa se han generalizado las incineraciones, por lo que ya no es necesario tanto espacio.
En lo que va de año, se han enterrado a 510 personas, se han incinerado a otras 440 y se han cremado los restos de otros 55 fallecidos, según datos de Urquía, quien añadió que se ampliará el camposanto el próximo año.
ARTE
En cuanto al atractivo artístico del cementerio, hay numerosas esculturas de santos y ángeles que protegen las tumbas, con diversos estilos, desde el clasicismo de unas cariátides, al historicismo gótico o la sencillez minimalista de los últimos años, dijo Ferreira.
También hay imágenes que representan el paso del tiempo y la muerte, como flores, relojes de arena alados, columnas truncadas o calaveras, y destaca la calidad artística de las rejas decorativas colocadas en panteones y tumbas.
Muchas de estas esculturas son obra de artistas de prestigio, como los escultores Daniel González, Vicente Ochoa, Félix Reyes y la pareja Dalmati-Narvaiza, además de que hay enterramientos diseñados por arquitectos como Agapito del Valle y Gerardo Cuadra.
Entre las tumbas de ilustres riojanos, destacan las de los Príncipes de Vergara (antes de su traslado a la concatedral de La Redonda), el general Martín Zurbano, Amós Salvador, Juanita Madroñero o el cantante Pepe Blanco.
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