Un puente de colores
Ya es posible pasear por el Puente de Piedra. Cerrado desde abril, este viernes ha vuelto a abrirse al tráfico peatonal y rodado, después de haber sido sometido a unas obras de mejora para garantizar la accesibilidad y seguridad del peatón.
Este viernes el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, asistió al acto de reinauguración del puente, que por la noche estrenó iluminación de colores.
El puente y sus estribos contaban con zonas muy afectadas por manchas de humedad que provenían de los rellenos de las bóvedas y de los muros de contención. Para solventar este problema, se ha realizado una limpieza con chorro de arena y un tratamiento hidrofugante con nanopartículas para recuperar las zonas más afectadas. En cuanto a los sillares, algunos presentaban serios problemas de erosión, bien por impactos producidos por diferentes materiales en épocas de crecida del río o bien por la humedad combinada con la temperatura ambiente.
La plataforma superior del puente cuenta con una distancia total de 200 metros cuyo firme ha sido sustituido. Tras esta intervención, se ha reabierto con una calzada de 6 metros dividida en dos carriles de circulación de vehículos (anteriormente de 5,6 metros), que han dejado de estar separados por una mediana; así como con dos aceras de 1,52 metros de ancho cada una (frente a los 1,45 metros de las anteriores, envejecidas y con varias reparaciones) con baldosas de granitos naturales. Entre estas aceras y la calzada se disponen, además, sendas filas de bolardos para separar los tráficos rodados y peatonales.
El puente continua iluminado por 16 farolas, a las que se les ha aplicado el tratamiento de restauración apropiado y se han incorporado luminarias de tipo LED para garantizar un consumo responsable sin perder calidad de iluminación. Además, cuenta con cableado de fibra óptica para dar un mejor servicio de telecomunicaciones a los barrios del norte de la ciudad.
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