Una parra histórica en el centro de Logroño

Es todo un espectáculo en la calle, sobre todo en verano, cuando da sus frutos. La parra del edificio de la calle Torremuña de Logroño atrae la mirada de todo el que pasa por allí. No es para menos, sube para el balcón, alcanzando el segundo piso, y llega a dar hasta 50 kilos de uva. Sus propietarios piden que se ponga en valor y se proteja.

Fue en 1959 cuando se construyó el edificio y en 1963 uno de los vecinos, Carmelo Estefanía, decidió plantarla. Desde entonces, la planta ha estado muy ligada a su familia. Son él y su mujer, Jose Casado, los encargados de cuidarla desde entonces y tienen las tareas muy bien repartidas. “Ella la poda y la riega y yo me encargo de cogerla y comerla”, bromea Carmelo.

Y eso que no las tenía todas consigo los primeros años. “Al principio salió un poco agria y pensé que había sido un fracaso, pero luego bajó para abajo y comenzó a mejorar. Da una uva sabrosa y muy dulce, con racimos de hasta 30 centímetros”, explica. Además, como le da el sol, no necesita muchos cuidados.

“Estamos dos meses comiendo postre y repartimos uva a los vecinos. A veces hasta suben los chavales y nos quitan algún racimo”, detalla Carmelo, quien revela que son muchos los que se paran para sacarse una fotografía con la famosa parra.

Más de 50 años de vida, que forman parte del patrimonio de la ciudad.