Los beneficios de una caña al día
El 14 de marzo es el día Europeo de la prevención del riesgo cardiovascular, un problema que afecta a muchos españoles y que continúa siendo la primera causa de muerte en España con una tasa de 267,6 fallecidos por cada 100.000 habitantes, un incremento del 5,8% respecto a 2014, según el último informe publicado por el INE.
Para reducir el impacto de las enfermedades cardiovasculares en la población es fundamental realizar una importante labor de concienciación acerca de los hábitos que reducen el riesgo de padecer estas enfermedades, así como de los hábitos que generan una mayor propensión a padecerlas. Entre los básicos de la prevención se encuentran: llevar un estilo de vida activo, no fumar y seguir una dieta basada en la Dieta Mediterránea: rica en frutas, verduras, pescado, frutos secos, cereales integrales y aceite de oliva, en la que se podría incluir un consumo moderado de bebidas fermentadas.
Según han demostrado multitud de estudios científicos, el consumo moderado de cerveza y otras bebidas fermentadas protege frente a la aparición de enfermedades cardiovasculares. “Están científicamente comprobados los efectos preventivos de las bebidas fermentadas (incluida la cerveza) frente a las enfermedades cardiovasculares tanto en prevención primaria como secundaria, es decir, en personas con alto riesgo vascular y las que ya han tenido una complicación cardiovascular”, explica Ramón Estruch, Consultor Senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona y profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona.
Y es que la cerveza, consumida con moderación (2 cañas al día en las mujeres y 3 en el caso de los hombres) por adultos sanos, puede proteger frente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares y, en contra de la creencia popular, no engorda: una caña de cerveza tradicional tiene sólo 45 kilocalorías y una de cerveza sin alcohol, 17.
De esta forma, los expertos apuntan que el consumo moderado de cerveza podría disminuir el riesgo de padecer enfermedades coronarias ya que, gracias a su alto contenido en polifenoles (antioxidantes naturales), contribuye a reducir los niveles del colesterol perjudicial (LDL) y a aumentar el protector (HDL).
Además, el consumo moderado de esta bebida poodría favorecer los procesos de reparación de los corazones que han sufrido un infarto de miocardio, lo que deriva en un menor tamaño de la cicatriz y una mejora en el funcionamiento cardíaco global.
Los compuestos bioactivos contenidos en la cerveza, concretamente en los polifenoles podrían tener efectos protectores sobre los vasos sanguíneos y el corazón.
Asimismo, el consumo moderado y regular de cerveza, en las comidas principales, podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión de la aterosclerosis, es decir, el endurecimiento de los vasos sanguíneos por la acumulación de grasa, así como sobre diferentes factores de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo cardiovascular moderado-alto.
También mejora la sensibilidad a la insulina, aumenta la concentración de las lipoproteínas de alta densidad (HDL), reduce la inflamación, aumenta la adiponectina (una hormona que participa en el metabolismo de la glucosa y los ácidos grasos) y mejora la función endotelial. Y, por último, cada vez hay más datos que indican que el consumo moderado de cerveza también podría poseer cualidades antiinflamatorias y contribuir, así, a la reducción aún mayor del riesgo vascular.
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