Los otros españoles por el mundo
Lo que comenzó siendo un viaje divertido a un destino exótico terminó como una auténtica pesadilla. Este podría ser el comienzo del relato de miles de personas que cumplen condena por consumo de drogas en países extranjeros. Otro delito que lleva a 1.1857 españoles a permanecer presos en cárceles fuera del país es el tráfico de drogas. Y estas cifras van en aumento.
En total, existen 2.300 ciudadanos con nacionalidad española que cumplen condena en prisiones repartidas por todo el mundo. Ocho de ellos son riojanos. El 80% de estos presos han cometido delitos relacionados con las drogas: consumo o tráfico. El resultado es cumplir con condenas elevadas en cárceles extranjeras. Son datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Es una realidad que, en ocasiones, queda sumergida en las estadísticas. Una realidad que pone de manifiesto la falta de concienciación de la sociedad. Por ello, la campaña de prevención del consumo y tráfico de drogas en el extranjero está recorriendo España. Hoy hace su parada en la Universidad de La Rioja, para tratar de arrojar luz sobre esta realidad e información a los jóvenes riojanos de los peligros que entraña el consumo de drogas especialmente en el extranjero.
Esta campaña tiene nombre y apellidos: Jorge Fraile, responsable del Programa de Presos Españoles en el Exterior del Instituto Ramón Rubial de la Fundación IDEAS para el Progreso. La fundación Ramón Rubial surge en 1989 con un objetivo: ayudar a los españoles que habían emigrado durante la segunda mitad del S.XX, para seguir manteniendo con ellos los vínculos en España y solucionar problemas o dudas que tuvieran mediante proyectos culturales, solidarios o educativos.
Pero los responsables de la Fundación pronto se dieron cuenta que había un colectivo de españoles que estaban cumpliendo condena en cárceles fuera de nuestro país. En 1998 surge el Programa de Presos Españoles en el Exterior que ofrece orientación y asesoramiento a los familiares de estos presos. “Son personas que nunca se hubieran imaginado vivir las circunstancias que están experimentando” asegura Fraile, “escribimos a los presos, a sus familias, a los organismos naciones e internacionales y tratamos de orientar a los presos sobre su situación”.
La Fundación es una organización sin ánimo de lucro que organiza campañas anuales sobre la prevención del uso y el tráfico de drogas, principal delito por el que los españoles están presos en el extranjero.
“Son personas que conocen el mundo de las drogas y que deciden hacer un viaje al extranjero. Pueden haber consumido drogas en dicho país o haber traficado con ellas” aclara Fraile, “también existen las personas que actúan de buena fe y en algún momento recogen un paquete desconociendo lo que contiene en su interior, acaban siendo detenidos porque en ese paquete había droga”.
Mayoritariamente son hombres los que cumplen condena por estos delitos, aunque también hay mujeres. Los destinos son variados pero predominan los países sudamericanos o del entorno de España.
“Estos presos padecen un doble drama: el de cumplir condena y el de hacerlo en una cárcel alejados de su familia y en un país donde no coinciden ni las costumbres ni el idioma”
Cuando a una persona le detienen en un país extranjero, las autoridades de dicho países suelen ponerse en contacto con la embajada o el consulado del país de origen del detenido. Responsables de esa administración acuden a comprobar el estado y el delito de su ciudadano. En la mayoría de países existe un turno de oficio para el detenido si no dispone de medios económicos para costearse una defensa privada. España tiene suscritos convenios con más de 40 países para trasladar a los presos españoles a cárceles nacionales para que terminen de cumplir su condena. Pero no siempre es así.
Por ello hay que atajar el problema antes de que ocurra todo esto. “Hay que huir de algunas informaciones que aseguran que en determinados países las drogas son legales y que no hay problemas en consumirlas” dice Jorge.
Lo principal, es la prevención y para ello es necesario tener la información suficiente. En la campaña de prevención del consumo y tráfico de drogas se ha utilizado todas las armas que ofrecen las últimas tecnologías. Internet y las redes sociales son fundamentales para conseguir este objetivo.
En el porta web www.unporritoaroundtheworld.com, podemos convertirnos en un alegre turistas que se ve encerrado en una cárcel por fumar un porro en un país donde es ilegal.
Pero también son importantes los encuentros directos con la población más propensa a realizar viajes al extranjero y consumir drogas. Y en este sentido, la juventud está en el punto de mira.
Jorge Fraile tratará de mostrarles que hay otra realidad diferente a la de los españoles que han cumplido su sueño y residen en Nueva York, India, China o Tailandia...; la de los que cumplen condena en una cárcel de estos países.
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