Los padres no quieren deberes en verano
A una semana de que acabe el curso escolar, la Confederación Española de Padres y Madres (Ceapa) ha alzado la voz contra los deberes obligatorios para los niños durante las vacaciones de verano. Creen que “son antipedagógicos, que condicionan la vida familiar y que atentan contra la igualdad de oportunidades”.
Por ello, han presentado un documento dirigido al futuro ministro de Educación, el que asumirá el puesto tras las elecciones del 26J, en el que solicitan información sobre la obligatoriedad de realizar actividades fuera del horario lectivo del alumnado. Quieren saber qué base legal sustenta que un docente valore negativamente la no realización de una tarea fuera del horario lectivo.
“Los deberes en verano no favorecen la educación y condicionan las vacaciones familiares”, afirma Eduardo Rojas, vocal de Ceapa en La Rioja. Y es que consideran que las vacaciones no deberían ser sólo para los profesores, sino también para los niños y para los padres, a los que también afecta la sobrecarga de tareas. “Nunca antes habían ayudado tanto los padres a los hijos”, lamenta Rojas.
La Ceapa cree, además, que esta carga genera desigualdades, porque no todos los padres pueden ayudar a sus hijos en la misma medida, al no tener el mismo nivel educativo. “La formación de verdad debería ser en horario lectivo, no puedes condicionar una nota en base a lo que hagan o no hagan en casa”, explica Rojas.
En base a este planteamiento, ¿qué deberían hacer los niños en verano? El representante de Ceapa en La Rioja hace hincapié en la necesidad de que las tareas sean recomendadas, pero nunca obligatorias. “Se podrían preparar una serie de actividades no obligatorias para los que tienen alguna carencia o para los que quieren hacer algo en vacaciones, pero siempre dentro de la voluntariedad”, sugiere.
TAMBIÉN EN CONTRA DE LOS DEBERES DURANTE EL CURSO
Además, la Ceapa va más allá y hace extensiva su rebelión contra los deberes al resto del curso. “Son antipedagógicos y, en muchos casos, se cometen abusos”, explica Rojas, quien reconoce que la carga depende del profesor. “Es muy desigual, hay niños que apenas tienen deberes o tienen una carga razonable y otros que, en Primaria, están tres y cuatro horas haciendo tareas”.
Esta situación puede tener consecuencias negativas en los escolares. “El exceso de deberes es nocivo. Hacer tareas en casa no debería ser un martirio para padres y niños, sino que debería ser algo bueno, que compartes con la familia”, explica.
En este sentido, Rojas alerta del peligro de que, en caso de extenderse el nuevo calendario escolar cántabro al resto de comunidades, se cargue a los niños con más deberes. Este sistema propone una semana de vacaciones cada dos semanas, pero esos periodos no lectivos deberían ser, para la Ceapa, periodos de descanso, sin tareas obligatorias. “Sería un desatino que los niños tuvieran más trabajo durante las vacaciones que cuando tienen clase”, concluye.
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