Más de dos millones de musulmanes comienzan a peregrinar a La Meca
Más de dos millones de musulmanes comenzaron ayer su viaje a la localidad de Muzdalifa, en Arabia Saudí, para arrojar piedras al diablo, en la parte más peligrosa de la peregrinación de haj, sin que se produjeran incidentes reseñables. Un mar de fieles avanzaron desde la planicie de Arafat a través de un paso desértico iluminado por el fuego de antorchas, algunos a pie y otros en vehículos. En Muzdalifa, situada a las afueras de la Meca, los peregrinos recogieron pequeñas rocas para arrojar contra las grandes murallas junto al puente Jamarat, simbolizando el rechazo de la tentación.
Los peregrinos pasarán los próximos tres días visitando el puente, así como visitando la Gran Mezquita en La Meca. Además, hoy también se inicia el Eid al-Adha, celebración que conmemora la voluntad del patriarca bíblico Abraham de sacrificar su hijo a Dios.
El puente Jamarat ha sido escenario de varias estampidas mortales. La última, en enero de 2006, 362 personas murieron aplastadas, en lo que supone la peor tragedia ocurrida en haj desde 1990.
Para evitar más catástrofes de este tipo, las autoridades realizaron renovaciones durante el año pasado, de manera que el flujo de peregrinos que entran en la Gran Mezquita y el puente lo hagan más fácilmente. También han añadido un nivel adicional para que los peregrinos tengan cuatro plataformas desde las cuales puedan arrojar piedras cada día.
Hasta el momento, Arabia Saudí no ha informado de ningún contratiempo durante el haj, una proeza logística de organización que en años anteriores se ha visto marcada por incendios fatales, colapsos de hoteles, choques de la policía con manifestantes y estampidas ocasionadas por el exceso de fieles.
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