Moratinos no pide gestos a Cuba
Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, ha finalizado su visita a Cuba con unas declaraciones que no han dejado a nadie indiferente. En sus palabras, el ministro español muestra una actitud cooperante y paciente con el régimen cubano que busca mejorar las relaciones no sólo de hispano-cubanas, sino también de Cuba con la Unión Europea.
Moratinos ha afirmado que no hay que “pedir gestos” a Cuba sino que se trata de avanzar en la “dirección adecuada” y que sean los cubanos los que decidan cómo “llevar sus asuntos políticos”. El ministro español se ha mostrado visiblemente satisfecho de sus encuentros con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, y en particular con el presidente, Raúl Castro, con el que se vio a solas durante casi tres horas.
“Hay que seguir trabajando, teniendo el respeto a lo que es su política y su acción y al mismo tiempo trabajando en la confianza de que los pasos que se den en los distintos sectores vayan en la dirección adecuada”, ha asegurado. Para Moratinos, “no se trata de pedir gestos sino que se avance en la buena dirección y haya resultados concretos”.
“Nosotros creemos que son los propios cubanos los que tienen que dictar cuál es la manera de llevar sus asuntos políticos,
lo respetamos y los acompañamos“, ha insistido, asegurando que la política que se fijó el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ”ya dio sus frutos“ y los seguirá dando.
En cuanto a la visita del presidente español a Cuba, el ministro señaló que “sigue en pie” pero vio poco probable que pueda producirse antes del segundo semestre de 2010 por la presidencia de la Unión Europea, si bien aclaró que la cumbre UE- América Latina, a la que se ha invitado a Raúl Castro, podría ser “una primera ocasión” para un encuentro entre ambos.
El titular de Exteriores también ha asegurado que “todos los objetivos que nos habíamos marcado para esta visita se han cumplido y se han normalizado todos los aspectos que quedaban todavía por cerrar en lo que es ya una relación intensa bilateral”. Esto incluiría el regreso a la isla de los agentes del CNI, que tuvieron que abandonarla antes de verano, aunque no quiso aclararlo.
Por otro lado, durante una rueda de prensa antes de concluir su segunda visita a La Habana, el ministro de Exteriores ha explicado que había transmitido a Raúl Castro la “voluntad durante la presidencia española de abandonar la posición común [de la Unión Europea] y sustituirla por un acuerdo bilateral”. “Ése va a ser el objetivo principal de la presidencia española”, decía Moratinos, aclarando que para ello habrá que fijar un “calendario” con las autoridades cubanas para la celebración de una reunión de la troika europea integrada por Moratinos, su homólogo belga y representantes de la Comisión Europea y el Consejo, y Cuba.
El ministro español cree que en junio se podrá alcanzar “ese objetivo”, aunque reconoce que “va a ser difícil por la posición que tienen algunos estados miembros”. Preguntado sobre qué cabe esperar que haga Cuba para que hubiera ese cambio de postura entre los 27, el ministro de Exteriores defendió que “no hay que esperar nada”.
Esta idea de acabar con la posición común de la Unión frente a Cuba fue también apoyada por el homólogo de Moratinos, el ministro Bruno Rodríguez, quien ha insistido en la necesidad de que se elimine esta posición común, que se remonta a 1996, antes de comenzar a negociar cualquier tipo de acuerdo. Rodríguez ha advertido que de no poner fin a esta postura común, los 27 se quedarían desfasados ya que otros países, tanto latinoamericanos como Estados Unidos, están normalizando sus relaciones con Cuba.
Durante esta visita, Moratinos ha trasladado al gobierno cubano los motivos de preocupación que existen en la Unión Europea, principalmente la situación de los derechos humanos y el problema de los presos políticos. Como en ocasiones anteriores, según las fuentes, el canciller cubano ha insistido en que no existe un problema de derechos humanos en la isla como tampoco hay presos políticos, sino personas encarceladas en aplicación de la legislación cubana.
Es por este motivo por el cual Rodríguez ha afirmado no entender que esta cuestión sea la que bloquee el fin de la posición común europea y lamenta que se “penalice” más a Cuba que a otros países, como por ejemplo Libia, con los que la Unión sí está dispuesta a tener una relación más próxima pese a que, en opinión de La Habana, tengan unas circunstancias más complicadas.
La opción que plantea España, según las fuentes, es que los 27 empiecen a negociar algún tipo de acuerdo con Cuba, al que se incluiría una cláusula democrática como se hace a otros países y que exigiría una serie de requisitos en materia de derechos humanos y Estado de Derecho, antes de levantar la posición común. Sin embargo, en el gobierno español se es consciente de las dificultades que esto conlleva, no sólo por la oposición cubana, sino por las reticencias existentes en algunos países miembros a estrechar la relación con Cuba.
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