Mucho camino por recorrer en la protección de datos

Las empresas riojanas se enfrentan hoy en día al reto de incorporar las nuevas tecnologías. Páginas web, redes sociales, comercio eléctronico, promociones...todos ellos son instrumentos que pueden ayudas a las compañías a incrementar su volumen de negocio. Pero estas novedades también acarrean responsabilidades a menudo desconocidas. Según la experta Paz Marín, de Herrero y Asociados, “las empresas están preparadas a medias y todavía queda mucho camino por recorrer”.

Marín ha participado hoy en una sesión informativa en la Cámara de Comercio para informar a los empresarios de los aspectos legales que afectan a la estrategia online, bien sea desde una compleja plataforma de e-commerce hasta una simple página web.

Y es que son muchos los puntos a tener en cuenta para dar garantías a los clientes de que sus datos están protegidos. “Los empresarios primero se lanzan al mundo digital y luego preguntan”, ha explicado Marín, quien ha subrayado que muchas veces los pequeños negocios “tienden a dejar para más adelante estas cuestiones de protección de datos porque urge más hacer negocio y dejan la parte legal en un segundo plano”.

Sin embargo, cualquier empresa que haga uso de Internet y maneje datos privados, por pequeña que sea, debe cumplir varios pasos, como informar al usuario del uso que va a dar a los datos requeridos (no es lo mismo pedir una dirección para enviar un producto adquirido que para mandar publicidad) y pedir siempre su consentimiento para ello.

Además, debe tener medidas de seguridad que garanticen guardar los datos en secreto, con acceso restringido, lo que requiere “una conciencia profunda de la privacidad de los empleados” para garantizar el cumplimiento adecuado.

Si se incumplen estas normas, la ley contempla sanciones que van de los 400 a los 600.000 euros, si bien normalmente no son tan altas y, en ocasiones, la infracción se resuelve con un apercibimiento, “un tirón de orejas”, en los casos que no revisten gravedad.

Las mayores sanciones se concentran, según Marín, en las comunidades con más tejido industrial y mayor cantidad de datos, como bancos, aseguradoras y compañías de telecomunicaciones, con lo que La Rioja no es “un lugar especialmente señalado” en cuanto a infracciones.