Muneta, ese objeto de deseo
Muneta está de vuelta. Un secreto a voces, pero que había que confirmar. Hubo que esperar, más de lo requerido, para que Antxon Muneta (Bilbao, 1 de junio de 1986) rubricara su continuidad, ahora ya en propiedad, con el UD Logroñés por espacio de una temporada. La campaña pasada ya estuvo a las órdenes de Carlos Pouso desde enero. 16 partidos, 2 goles y 1.243 minutos fueron sus estadísticas. Nada del otro mundo. Sin embargo, el centrocampista da intangibles: pausa, control, último pase, balón parado, juego entre líneas... Aspectos determinantes para que la riqueza ofensiva del juego blanquirrojo aumente sus quilates.
Si ante el Compostela el juego desplegado por los riojanos fue primoroso, ante el Racing de Ferrol se comprobó que a esta UDL le faltaba chispa y frescura ente líneas, control en determinados momentos, así como dar ese último pase superando a la defensa rival dejando a los delanteros francos ante el remate. Para eso regresa Muneta a Logroño. Para ser uno de los referentes, uno de los responsables del juego ofensivo, del ataque blanquirrojo. Durante la pretemporada ha sido ese objeto de deseo que todos han esperado: entrenador, compañeros, afición...
Evidentemente, su llegada se ha retrasado en el tiempo por varios motivos. Por una parte, estaba el contrato (elevado para lo que maneja el cuadro riojano) del jugador con el Reus, conjunto que quería abaratar su rescisión, como es lógico. Desde junio el futbolista ya sabía que no era de la partida del cuadro tarraconense, por lo que apostó por defender lo suyo. Pidió paciencia al UD Logroñés porque aunque fuera el último día -como así ha sido- iba a acabar volviendo a vestir la elástica blanquirroja.
Claro que llegada a la UDL de Muneta propicia que Javi Herreros no tenga hueco en el bloque riojano al contar ya con dieciséis fichas senior. El central no fue inscrito, por lo que era imaginable que el autoleño sería el damnificado si finalmente venía el centrocampista vizcaíno. De momento, la intención es que siga ligado al club -le queda un año de contrato- y contar con ficha del Regional -aún no tramitada-. Con la ausencia de Herreros, Carlos Pouso ve debilitada la parcela defensiva, ya que cuenta con dos centrales específicos, Borja y Santelices, aunque Julio Rico y Adrián León también pueden desempeñar funciones en el centro de la zaga, como ya realizó el sevillano la temporada pasada y el cántabro durante esta pretemporada y en los dos partidos ligueros.
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