Niños, guerras y armas

Rioja2

0

En la última década, los conflictos armados de todo el mundo se han llevado por delante la vida de dos millones de niños, han dejado a seis millones de menores heridos y han obligado a 20 millones a abandonar sus casas, según informa Save the Children.

En situaciones de guerra el destino de los más pequeños puede ser muy diferentes: unos pueden convertirse en niños soldados, otros pueden dejar de ir a la escuela y otros pueden convertirse en huérfanos al ser alejados de sus padres.

Como recuerda Zlata Filipovic, una joven bosnia de 28 años, nadie piensa que la guerra va a tocarle a él: “Pensaba que las cosas malas ocurrían en África, en Oriente Medio...”. En 1990, Zlata tenía 11 años y tuvo que ver como su vida cambiaba de un día para otro por culpa de la guerra. “Se me arrebato la escuela, mi inocencia, mis amigos, mis clases de tenis...”, recuerda Zlata que,sobre todo, destaca la gran pérdida que supuso para ella el no poder acudir al colegio.

No tener acceso a la educación es uno de los mayores problemas que sufren estos niños durante la guerra. Varias generaciones de un país pueden quedar en gran desventaja en comparación con otras sociedades, alejándose así del progreso. En pleno siglo XXI, nadie puede negar que el desarrollo de una comunidad va ligado a la educación y formación de sus niños y niñas.

Todavía peor es la situación de los niños que tienen que abandonar a sus familias bien para sumarse a las filas de los combatientes o bien para alejarse del conflicto, partiendo hacia otro país. Ante esta realidad los más pequeños se encuentran solos e indefensos, lo único que les queda es el instinto de supervivencia y la esperanza de volver algún día a su hogar.

“Sally tienes que vivir”, con estas palabras la madre de Sally Perel, judío en la Alemania nazi, hizo que su hijo luchara para sobrevivir a uno de los mayores conflictos de todos los tiempos, la Segunda Guerra Mundial. Como el mismo Sally reconoce tuvo que realizar todo tipo de peripecias para engañar a los soldados alemanes y no acabar en una de las cámaras de gas, donde tantos niños perdieron la vida. El despedirse para siempre de sus padres ha sido el mayor sufrimiento para Sally.

Hoy existen muchos casos como el de Sally o el de Zlata, casos en los que los intereses de Occidente se superponen al futuro de los más pequeños. La mayoría de los conflictos que se están produciendo en la actualidad en el mundo tienen su origen en el interés de las grandes compañías multinacionales por saquear las riquezas minerales de estos países.

El coltán en la República Democrática del Congo, el petróleo iraquí o los diamantes en Angola son sólo ejemplos de la riqueza mineral que se encuentra fuera de las fronteras de Occidente, pero no de sus manos. El saqueo de estos recursos es el objetivo primordial de muchas empresas multinacionales, “incluidas empresas españolas” como recuerda el fotógrafo y periodista Gervasio Sánchez.

“La guerra es un gran negocio, por eso es imposible erradicarla”, explica el premio Ortega y Gasset de fotografía. Para los países vendedores de armas, el negocio está muy por encima de las vidas humanas que se pierden. En total, más de 300.000 personas mueren directamente a causa de las armas convencionales cada año, según la asociación Control Arms. Una realidad que no se quiere cambiar, pese que al discurso político de muchos dirigentes diga lo contrario.

España es la octava potencia mundial en la venta de armas. Gran parte de la economía española depende de este sector. Los cinco países que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Estados Unidos, Rusia, Francia, China y Reino Unido) son los mayores vendedores de armas de todo el mundo. Ante esta situación ¿qué se puede hacer? ¿Son creíbles las palabras de estos Estados que afirman que se se está trabajando para acabar con los conflictos en todo el mundo?

Etiquetas
stats