Nuevos tiempos: La fortaleza del poder “blando”

Rioja2

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La batalla por el cambio está viva aunque los “Señores de Wall Street” siguen empeñados en mantener su “economía de casino” (expresión que utiliza Walter Laqueur, director del Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos de Washington).

El cambio en el que ya estamos plenamente inmersos será finalmente muy profundo, y el camino a recorrer será largo, muy largo y tendrá muchas idas y venidas.

Aunque los intereses en contra del cambio, y la inercia de los hábitos de comportamiento son muy grandes, hay muchos y poderosos factores a favor de un cambio.

La decisión con la que los EE.UU. están enfrentando la superación de la “época sucia” de Cheney–Busch, invita al optimismo.

Han depositado la confianza en un hombre, Barack Obama, que por necesidad y por convencimiento está impulsando el cambio, desde la inteligencia y el tesón. Ya en su discurso de toma de posesión como presidente advirtió sobre las dificultades que encontraría en el camino hacia el cambio.

Algunos nombramientos significativos han necesitado una gran tenacidad para lograr su aprobación por las cámaras de representantes.

Algunos gestos que han ido más allá de lo simbólico, como han sido las críticas a los gestores bancarios o la policía, han sido manejadas con astucia. Por ejemplo, la crítica a una actuación policial (la calificó de estúpida) la cierra con una invitación a la Casa Blanca al amigo (negro) detenido, al policía (blanco) que lo detuvo, acompañados por el vicepresidente Biden (blanco) y él mismo (negro) de anfitrión.

Y va forjando el cambio en las grandes batallas, como la estrategia que está utilizando para lograr la aprobación de las leyes que transformarán la asistencia sanitaria. Además de la importancia en sí misma de la transformación del modelo sanitario americano que ganará en eficiencia económica y en equidad social, es significativo el método que está empleando para sacar adelante esta ley. Recurre decididamente al apoyo ciudadano del mismo modo que lo hizo para lograr su candidatura y su elección. Con su apoyo y sobre la difusión masiva de la presentación razonada de la nueva ley, desmonta las falsedades y baladronadas de políticos y aseguradoras interesadas.

Estamos ante unas formas nuevas, un estilo nuevo de acción desde el poder.

Siguiendo las definiciones de Joseph Nye, la opción de personas inteligentes es utilizar el “poder blando”, que les fortalece porque tiene la capacidad de transformar a sociedades y personas, frente a la opción del necio del “poder duro” que les debilita porque sólo es efectivo bajo presión. El poder de la palabra frente al poder de la amenaza.

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