Ordenanza vigente o método CES: el conflicto por los gatos callejeros en Calahorra

Hace unas semanas, una pareja fue multada en Calahorra por tirar comida en la vía pública. La Policía Local avistó a estas dos personas cuando estaban realizando el acto delictivo y estos les explicaron que estaban dando de comer a los gatos.

Estos hechos ocurrieron concretamente el pasado 25 de octubre, cuando la Policía Local incautó del vehículo de la pareja una gran cantidad de pienso para gatos y bolsas con otros desperdicios alimentarios.

La ordenanza de la vía pública prohíbe “depositar residuos, cualquiera que sea su estado, en imbornales, alcorques de árboles, calzadas, aceras y demás espacios públicos” y se establece una sanción para quien realice dicha práctica.

El Ayuntamiento de Calahorra informó en ese comunicado que habían recibido unas 50 quejas por los restos de comida dispersados por toda la ciudad y con los que se había dado de comer a animales, generándoles problemas de plagas y suciedad.

Método CES

Sin embargo, la versión de la familia del matrimonio sancionado en bien distinta y de la que surge un conflicto entre el protocolo CES o CER que defienden y la ordenanza pública vigente. eldiario.es se ha hecho eco de la versión de la hija de los afectados.

Esta explica que su madre solo ha intentado ayudar a los gatos callejeros: “alimentándolos, medicándolos, castrando a las hembras, acogiéndolos, buscándoles familias que los adoptaran cuando eran socializables. Poniendo especial cuidado en no molestar a los vecinos, en no ensuciar, en no llamar la atención”.

Se trata del “modelo de gestión más efectivo y ético que se ha implantado ya en numerosos municipios del estado, por no hablar de países vecinos mucho más versados en ética y derechos animales”, defiende la hija. Es el métodos CES o CER: captura + esterilización + suelta/retorno, que se ha implantado en Madrid y en el Patronato de la Alhambra, entre otros lugares.

Este relato de la versión de la familia defiende que nunca han tirado comida en la calle, sino que la “depositaban en recipientes que se limpiaban ese mismo día”. Además, defiende que se “no se hacía a lo largo de toda la ciudad sino en un punto del casco urbano, que se limpiaba a diario, y en varios puntos en terrenos propiedad del Gobierno de La Rioja”. Añaden que la comida no generaba plagas y las poblaciones de gatos eran controladas mediante la esterilización de las hembras.

Varios vecinos que cuidan a los gatos callejeros en Calahorra piden al Ayuntamiento de Calahorra diálogo y nuevas soluciones: “vivimos en un mundo que nos exige nuevas estrategias si queremos cambiar los resultados”.