Origen desconocido, futuro prometedor
“Esta nueva familia de fármacos consigue interferir en la cadena inflamatoria bloqueando el proceso, eliminando en gran medida la sintomatología y disminuyendo drásticamente el número de brotes”, explica el doctor Ferrándiz.
Aunque todavía se desconoce el origen de estas patologías, se sabe con certeza que hay un importante componente genético. “No sabemos qué es lo que provoca el primer brote. En el caso de la psoriasis puede aparecer por un traumatismo en la piel, por una infección de amígdalas, por el consumo de determinados medicamentos… pero en otras muchas ocasiones sin un desencadenante conocido”, asegura el doctor Bordas.
En cuanto a factores ambientales, se baraja que el estrés o la alimentación influyan en su evolución aunque, tal y como explica el doctor Ferrándiz, “a veces es difícil saber si está antes el huevo o la gallina; es decir, si el paciente tiene un brote porque tiene estrés o si tiene estrés porque tiene un brote”.
En el caso de la artritis reumatoide, los expertos han detectado una disminución de la incidencia en los últimos años. Según cuenta la doctora Mateo, aunque realmente no saben a ciencia cierta a qué se debe este fenómeno, se baraja como una posibilidad la disminución del número de personas que fuman. Y es que, el desconocimiento del origen de estas patologías hace que ante variaciones como la que se está experimentando con la artritis, se trabaje únicamente con hipótesis.
Igual sucede para aventurar una posible curación futura, un supuesto para el que es imprescindible conocer el mapa genético de estas enfermedades. No obstante, todos los expertos coinciden en que aunque hoy por hoy no se curen, esto no implica que los pacientes no deban tratarse puesto que los nuevos tratamientos consiguen resultados “espectaculares”. “Vemos el futuro con mucho optimismo”, aseguran.
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