Piden 32 años de cárcel para los acusados de asaltar una casa en Tormantos
El fiscal y la acusación particular han pedido este miércoles 32 años de cárcel a cuatro hombres acusados de asaltar una casa en Tormantos (La Rioja), mientras que sus defensas han solicitado la absolución para los dos argelinos y penas de cuatro y cinco años y medio para los dos brasileños.
La Audiencia Provincial de La Rioja ha celebrado este miércoles la última sesión del juicio por el atraco producido en enero de 2007, en casa de una anciana de 85 años y su hijo de 60. El Ministerio Público y la acusación particular consideran que los cuatro hombres son presuntos autores de los delitos de robo con violencia e intimidación, allanamiento de morada, detención ilegal, lesiones con arma blanca y daños psíquicos.
El fiscal sostiene que el brasileño R.L.T. fue quien asaltó la casa, armado con una pistola de fogueo, acompañado por su compatriota M.M.S., que era “su compañero de correrías delictivas en Asturias”.
El argelino K.C. era el compañero de piso del principal acusado y quien le proporcionó “información precisa” sobre los dueños de la casa, ya que había trabajado para ellos y guardaba “resentimiento” porque no le volvieron a contratar, según el Ministerio Público.
Por su parte, también ha implicado a M.D. porque fue quien les llevó en su coche hasta Tormantos y les esperó allí durante más dos horas, un tiempo “excesivo” para ir a pedir trabajo a los dueños de la casa, como sostenían los acusados en su declaración.
El letrado de la acusación particular ha compartido su petición de 32 años de prisión, ya que el asalto responde a un “plan preconcebido” en el que los cuatro actuaron de “mutuo acuerdo”. Debido a las “graves consecuencias psíquicas” que han sufrido sus defendidos, también ha pedido una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con sus defendidos durante cinco años, una vez cumplida la condena.
Además de la pena de cárcel, han reclamado una indemnización de 12.600 euros por el dinero y los objetos robados; 760 euros por los daños físicos de la madre y lo que le corresponda al hijo. Por las secuelas psíquicas, el fiscal pidió 2.000 euros para la madre, 3.000 para el hijo y 1.500 para la hija, mientras que su abogado reclamó, respectivamente, indemnizaciones de 5.000, 3.000 y 5.000 euros.
POSTURA DE LA DEFENSA
La defensa de R.L.T. ha pedido cinco años y medio por los delitos de allanamiento de morada y lesiones, ya que considera que no hubo detención ilegal, porque la anciana pudo bajar a la calle a pedir auxilio, y su defendido no llegó a participar en el botín del robo.
El letrado de M.M.S. ha recalcado que la petición del fiscal es “desproporcionada” y ha insistido en la inocencia de su cliente, aunque si fuera culpable de algo, sólo lo sería de allanamiento de morada y robo con intimidación, por lo que pide cuatro años de cárcel.
Por su parte, los abogados de los argelinos K.C. y M.D. han pedido su absolución ya que consideran que el primero sólo les acompañó a pedir trabajo y el otro sólo actuó como taxista.
Ambos letrados han coincido en que no hay pruebas para incriminar a sus defendidos y que el fiscal ha fundamentado sus acusaciones en meras especulaciones. A petición de su abogada, el juez acordó poner en libertad provisional a M.D..
En el juicio, también han declarado el médico forense que ha tratado a R.L.T en la cárcel, de quien ha dicho que “no tiene sentimientos de culpa o remordimiento” y el consumo habitual de drogas puede haber causado la alteración de la personalidad.
Al término de la sesión este acusado ha pedido perdón por todo y ha asegurado que la señora se cayó sola al suelo y que los cortes que sufrió su hijo se produjeron en un forcejeo, ya que llevaba cuchillo cuando volvió del campo.
Además, K.C. ha insistido en su inocencia, ya que no ha cometido ningún delito desde que llegó a España, hace 9 años, y además trabaja en algo “muy importante”, que no quiso desvelar.
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