Qué hacer para evitar la salmonelosis
La salmonelosis es una de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes. En verano el riesgo es mayor, ya que las altas temperaturas favorecen la aparición de la bacteria Salmonella, la causante de esta intoxicación. El Mundo ha informado de las principales formas de contagio y de las medidas que se pueden llevar a cabo para evitarlo.
Las principales vías de contagio son las falta de higiene durante la manipulación de alimentos o el consumo de productos contaminados, que generalmente desprenden un olor y un sabor raro que hace sencillo sospechar sobre su mal estado. Después de entre 12 y 72 horas del consumo, comienzan los síntomas: diarrea, fiebre y dolor abdominal.
Algunos enfermos requieren incluso ser ingresados con deshidrataciones fuertes. La salmonelosis suele curarse, en términos generales, en un plaza aproximado de una semana.
Consejos para tener en cuenta
Para evitar la intoxicación, los expertos recomiendan extremar la higiene personal y de los utensillios de cocina durante la manipulación de los alimentos. Se debe prestar atención a las instrucciones de conservación y a las fechas de caducidad de los alimentos. Según alimentos en concreto, la carne debe cocinarse bien antes de comerla, los lácteos no deben estar más de dos horas fuera de la nevera y no es recomendable comer huevos si no tienen la cáscara intacta.
Las salsas suponen un riesgo añadido. Las mayonesas y otras salsas caseras deben conservarse en el frigorífico en todo momento y se debería aumentar la cantidad de vinagre o limón cuando se prepara en época de calor. En bares y restaurantes hay que exigir la utilización de productos pasteurizados.
Los grupos más vulnerables son los niños y los ancianos, con los que tenemos que tener especial cuidado de cumplir estas recomendaciones.
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