Récord histórico de triunfos seguidos para la UDL

Casi dos meses seguidos sumando de tres en tres. Siete semanas consecutivas dibujando una sonrisa cuando se alcanza el túnel de vestuarios. Así está disfrutando esta UDL, que no necesita brillar para sacar adelante sus diferentes compromisos. En esa versatilidad se siente a gusto. En Urritxe tocó trabajar a destajo para sudar el triunfo, ante el Real Unión dio la sensación de que se ganó por inercia, por destellos más que por convicción y juego.

Un resultado apretado, 3-2, donde los riojanos siempre fueron por delante asestando golpes anímicos a un rival que dio facilidades, pero que también quiso aprovechar cierta relajación en determinados momentos. Se sufrió. Cierto. Fueron unos minutos de añadido inciertos, con un cuadro irundarra acaparando saques de esquina para nerviosismo de la grada. Pero el coliderato es real y el siguiente rival es el Bilbao Athletic, intratable en Lezama y con los mismos puntos que los riojanos.

La nota negativa, sin duda, fue la lesión durante el calentamiento de Errasti. Esperemos que el cuadro blanquirrojo no acuse su ausencia -este sábado sí se le echó de menos en determinados lances-, si es que se prolonga en el tiempo. Un lunar en un día histórico para un club que hace dos semanas firmaba su gol 500 -Ñoño recibió de manos de Juanjo Guerreros una camiseta conmemorativa- y que ante el Real Unión superaba su registro de victorias seguidas, que actualmente queda en 7. Una pasada.

En cuanto al partido, mientras el Real Unión ajustaba su defensa, la UDL ya había pisado área. A la primera, el cuadro irundarra pudo despejar, pero en la siguiente jugada Roni retaba a Irazustabarrena para picarle el cuero y superarlo haciendo el 1-0 a los 3 minutos de juego. Se intuía otra tarde de sábado de fiesta en Las Gaunas, además de la séptima victoria seguida de un equipo lanzado tras unas jornadas iniciales de dudas. Ni siquiera el gol de Galán, de falta directa, pareció inquietar a un cuadro blanquirrojo que ya tuvo su primer encontronazo con la lesión de Errasti durante el calentamiento permitiendo a Rayco recuperar la titularidad.

Precisamente el canario volvería a adelantar a los suyos, al cuarto de hora, tras un córner sacado en corto para que Iñaki la pusiera de lujo y Rayco peinara para colar el balón en las redes. Ante la fragilidad de los visitantes, los logroñeses dejaron hacer para esperar su oportunidad al contragolpe. Esa cierta relajación provocó que los de Alberto Iturralde se lo fueran creyendo, espabilaran y asumieran el mando de las operaciones hasta el punto de que Miño salvara los muebles en un remate franco de Etxaburu donde el catalán se lució por partida doble: primero con una gran mano y después al blocar el remate blando de Sola, en el rechace.

Y eso que en la acción anterior, fue Zabaco el que disfrutó de una oportunidad para dejar encauzado el duelo, pero el remate de cabeza, después de una dejada de Roni, en una falta lateral, se marchó arriba con todo a favor.

El Real Unión acaparaba la posesión, pero sin hacer daño. Olaetxea y Andy tenían que correr mucho y luego faltaba aire para combinar. El duelo transcurría sin pena ni gloria y eso era una mala señal para una UDL acomodada con el marcador a favor. Y el premio a la actitud vino en un centro lateral desde la derecha que remató Sola cruzando para igualar el choque en la recta final de un primer período con goles, pero con poco brillo.

El paso por los vestuarios no cambió el escenario. Si acaso, se intuía mayor activación en el conjunto local y fruto de ello vino un primer remate de Roni que podía intuir cierta continuidad en los locales. No fue así porque el Real Unión, con poco, seguía dando problemas a la UDL. Sin embargo, Iñaki, de falta directa, iba a recuperar el marcador favorable a la hora de encuentro. Entonces, Sergio Rodríguez movió el banquillo rápido con dos cambios encadenados (Ander Vitoria y Jaime Sierra por Rayco y Roni). Además, Andy golpeaba un balón suelto y rebotaba en el poste. Todo pintaba bien.

Alberto Iturralde también modificaba su con Orbegozo en escena. Quizá fuera por su presencia, pero a los segundos de pisar el césped, Galán pudo equilibrar con un remate cruzado. Había encuentro. El Real Unión tenía que ir lanzado, a tumba abierta. El miedo local pasaba por los centros laterales, donde los blanquirrojos suelen ser más vulnerables, pero la idea de la UDL era evitarlos.

Paredes -que entraba en la citación por la lesión de Errasti- empujaba a Iñaki en la izquierda. Por unos instantes parecía que no iba a ser necesario el sufrimiento porque los blanquirrojos se prodigaban en campo ajeno, como la incursión de Iago López que desbarató Irazustabarrena o el rechace que cazó en la frontal Rubén Martínez, que se fue al costado.

Pero en el fútbol todo cambia con un balón largo, una peinada y un córner. Los riojanos sufrían. Azkoiti, de rebote, pudo empujar un remate de Senar que se marchaba al limbo. Se fue alto. Minuto 92 y el Real Unión lanzaba dos saques de esquina e incluso Orbegozo disfrutaba de un último tiro que se iba a las vallas publicitarias. Así acabó un día histórico para la UDL al firmar por primera vez en su historia el récord de 7 victorias seguidas, además de afianzarse en el coliderato.

Ficha técnica

UD Logroñés: Miño; Iago López, Caneda, Zabaco, Iñaki; Rubén Martínez, Andy, Olaetxea, Ñoño (Paredes, min. 75); Rayco (Ander Vitoria, min. 62) y Roni (Jaime Sierra, min. 63).

Real Unión: Irazustabarrena; Estrada, Senar, Azkoiti, Telis, Recio (Aranzabe, min. 80); Alain Eizmendi (Eneko Eizmendi, min. 84), Sola (Orbegozo, min. 71), Cárdenas, Etxaburu; y Galán.

Goles: 1-0, min. 3: Roni. 1-1, min. 9: Galán. 2-1, min. 15: Rayco. 2-2, min. 43: Sola. 3-2, min. 61: Iñaki.

Árbitro: Alberto González Hernández (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a los locales Iñaki (min. 7) y Ñoño (min. 52) y a los visitantes Senar (min. 34), Telis (min. 59), Cárdenas (min. 72) y Azkoiti (min. 85).

Foto: UD Logroñés