Retorno a casa en la central de Fukushima

Con trajes protectores, máscaras y dosímetros de radiación, pero al final en casa. Sólo es momentáneo, pero después de dos meses menos de un centenar japoneses evacuados en el el radio de 20 y 30 kilómetros del entorno de la planta nuclear sienten que algo vuelve a la normalidad.

En total son 92 residentes del pueblo de Kawauchi. Como todo en Japón, el regreso a la zona cero se hará por estricto orden de prioridad. Primero han viajado los que tuvieron que salir con lo puesto, los desplazados con urgencia, quienes con gesto apesadumbrado han revivido los momentos de tensión del desalojo y el riesgo a sufrir una radiación nuclear.

A lo largo de la semana, los habitantes de ocho pueblos más irán volviendo a casa a repetir la misma operación. Y es que el pasado 22 de abril, aunque anteriormente ya se había desalojado a toda la población, el Gobierno de Kan declaró ilegal la entrada en un radio de 20 kilómetros de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, dañada por el terremoto y el devastador tsunami del 11 de marzo que causó 14.919 muertos y 9.893 desaparecidos, según el último recuento.

En el territorio desalojado vivían alrededor de 80.000 personas, a los que se va a a distribuir el material necesario para salvaguardar su salud en el viaje a sus hogares. Muchos japoneses que huyeron corriendo de sus casas requieren de documentos de identidad, dinero, libretas bancarias, pasaportes y otros enseres de primera necesidad, para lo que han solicitado el permiseo del Gobierno.

El tiempo máximo del que podrán disponer será de dos horas y podrán llevar todo lo que sean capaces de guardar en un bolsa de 70 x 70 centímetros facilitada por las autoridades. Todos pasarán después un examen para conocer su nivel de exposición a la radiación. Recientes muestreos han revelado niveles de radiación en la zona de hasta 9,5 milisieverts por hora cuando la cantidad máxima recomendada para una persona adulta es de 1 milisievert al año.

Antes de entrar, los evacuados han protestado al verse obligados a firmar un documento en el que admiten que entraron en la zona restringida bajo su responsabilidad. El radio de 20 kilómetros en torno a la planta de Fukushima ha sido declarado zona legal de exclusión, mientras en la zona a entre 20 y 30 kilómetros el Gobierno ha recomendado a los ciudadanos que se mantengan resguardados o dejen el lugar.