''Ruidoso silencio de la información'' en Italia
Italia amaneció este viernes sin diarios en los quioscos ni noticiarios en las radios o televisiones. Los medios de comunicación decidieron protestar así contra la denominada 'ley mordaza' que ha sido recientemente aprobada por el Senado y cuyo objetivo es poner límites a la utilización de las escuchas telefónicas en las investigaciones judiciales e impedir su publicación.
La “jornada de silencio” ha sido convocada por FNSI, el principal sindicato de periodistas del país, que en su página web llama a todos los informadores “a realizar una protesta extraordinaria a través de un 'ruidoso' silencio de la información”.
El motivo de la protesta, indican, son las nuevas normas sobre escuchas telefónicas que está promoviendo el Gobierno de Silvio Berlusconi, las cuales “limitan fuertemente el derecho de los ciudadanos a saber cómo proceden las investigaciones judiciales, infligiendo graves interrupciones a la libre circulación de noticias”.
La mayor parte de los diarios no se publicaron, mientras que las emisoras de radio sustituyeron sus habituales tertulias sobre temas de actualidad por un hilo musical. Eso sí, cada cierto tiempo recordaban a los oyentes que el motivo de este cambio de programación era protestar contra ley de escuchas telefónicas.
En el caso de los diarios, todos habían publicado editoriales con antelación para exponer sus razones a los lectores. En el suyo, 'La Repubblica' anunciaba que el mundo de la prensa “irá hasta el final” en su empeño por “parar una ley irracional y contraria a los principios fundamentales, por el bien de la democracia”.
Por su parte, 'Il Corriere' explicaba que la de hoy sería “una jornada de silencio que en realidad sirve para hablar. Una jornada sin radio, televisiones, periódicos, páginas de actualidad en Internet para que sean los ciudadanos los que reivindiquen su derecho a ser informados”.
'La Stampa', en cambio, decidió adherirse a la protesta pero “a regañadientes” y “después de haber propuesto e indicado durante semanas posibles vías alternativas”, que desde su punto de vista, habrían sido “más eficaces y válidas”.
De hecho, algunos periódicos y periodistas fueron a contracorriente y se opusieron a permanecer en silencio, la mayor parte de ellos, porque consideran que ésta no es la mejor manera de protestar, tal y como explicó Oscar Giannino, de 'Radio 24', que como cada día, emitió su programa de debate 'Nove in punto'.
También salieron publicados los diarios 'Il Giornale', 'Libero', 'Il Tempo', 'Il Riformista' e 'Il Foglio', que publicaron editoriales para explicar el motivo de su decisión.
'Il Giornale', que pertenece a la familia de Silvio Berlusconi, por ejemplo, tituló su editorial diciendo que 'Nosotros la mordaza no nos la ponemos'. En el artículo, el director Vittorio Feltri se preguntaba “¿Cómo se puede pedir liberad de prensa renunciando voluntariamente a la libertad de publicar los periódicos? Más que una contradicción es un contrasentido. Como si los hambrientos hicieran huelga de hambre contra quien les da poco de comer”. Aun así, el diario vinculado a Berlusconi dejó claro que también se opone a la 'ley mordaza'.
Tampoco trabajaron hoy los periodistas de agencias de prensa y páginas web. Aun con todo, todos los medios aseguraron los servicios de un comité de redacción para informar a los ciudadanos en caso de que tengan lugar “eventos de particular gravedad e interés para los clientes”.
La controvertida 'ley mordaza'
La nueva norma, que todavía tiene que superar el examen de la Cámara de los Diputados, autoriza la utilización de escuchas telefónicas sólo en el caso de delitos castigados con más de cinco años de cárcel, incluida la corrupción. La duración de las escuchas sólo puede ser de 75 días, con posibilidad de prórrogas.
En cuanto a las multas, los periódicos que publiquen de modo textual las escuchas se enfrentarán a sanciones de hasta 300.000 euros. Esta pena será de hasta 450.000 euros si las escuchas que se publican atañen a personas extrañas a los hechos.
Asimismo, los periodistas que incumplan la ley podrán ser condenados a un mes de cárcel o a sanciones económicas si publican las escuchas durante investigaciones o actos cubiertos de secreto.
El proyecto, cuyo debate en la Cámara de los Diputados estaba previsto para septiembre, llegará a la Cámara Baja el próximo 29 de julio a causa del acelerón que han dado en el último momento los partidos de la mayoría, lo cual no ha hecho más que intensificar las críticas de la oposición.
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