Segunda sesión del juicio del crimen del Parque del Ebro: “Estoy detenido por asesinato, se ha muerto el jambo”
*Imagen de archivo de la primera sesión del juicio
La víctima del crimen del Parque del Ebro fue encontrada, por los servicios sanitarios que acudieron tras la llamada de un transeúnte, en coma y en un estado de hipotermia provocados por un fuerte golpe en la cabeza y el hecho de haberle quitado el abrigo.
En la segunda jornada del juicio contra los cuatro acusados de asesinato y robo con violencia, por los hechos ocurridos el 6 de abril del 2021 en el Parque del Ebro de Logroño, están compareciendo diferentes testigos, entre ellos, el médico de la Unidad de Soporte Vital Avanzado que acudió ese día.
Ha relatado cómo, ante la información imprecisa de la que se disponía, acudió, en primer lugar, una ambulancia de Soporte Vital Básico que, en seguida, vio que se precisaba de mayor atención por la gravedad de las heridas.
De este modo, acudió una segunda unidad, ésta avanzada. La víctima respiraba pero estaba en coma. Tenía un traumatismo importante en la cabeza, por un golpe bastante fuerte en zona frontal y al hablarle no respondía.
Llamaba la atención que estaba muy frío, su cuerpo no reacciona al calor de la ambulancia y en el hospital ya se pudo ver que marcaba 27-28 grados. “Era muy evidente que estaba muy frío, no se recuperaba y tenía signos indirectos de estados graves de hipotermia”, ha explicado.
Esto le provocó una fibrilación ventricular (un ritmo cardíaco muy anormal causado por una desorganización del músculo cardíaco que es potencialmente mortal). Se le pudo recuperar porque le dio en la ambulancia. Si no se hubiera hecho nada hubiera muerto “en minutos”.
Preguntado por el fiscal si fue provocado por el hecho de que no tenía abrigo (dado que se lo quitó uno de los acusados) el médico ha contestado que “es una de las complicaciones de la hipotermia” y, evidentemente, “la primera norma es abrigarse”. Presentaba, por otro lado, una lesión craneal neurológica severa.
Hoy, además, se han escuchado los audios de una de las dos menores que les acompañaban en los que narra cómo vieron a la víctima y, tras pedirle tabaco, pensaron que podrían robarle algo. Uno de los acusados le dio un golpe, otro una patada en la espalda y se unió un tercero con una patada en la cabeza.
“Te voy a quitar la sangre que nos van a pillar”
Hoy, además, se han escuchado los audios que una de las dos menores que les acompañaban mandó y en los que narraba cómo vieron a la víctima y, tras pedirle tabaco, pensaron que podrían robarle algo.
Uno de los acusados le dio un golpe, contaba en ellos, otro una patada en la espalda y se unió un tercero con una patada en la cabeza. Le quitaron, después, el móvil “roñoso” y el tabaco.
Hoy, en el juicio, la menor ha asegurado que no vio lo que sucedió, se lo contaron. Sin embargo, en los dos audios relata cómo vieron a la víctima borracha y pensaron que podían cogerle algo y, al irse, esta menor le dijo a uno de los acusados: “Te voy a quitar la sangre que nos van a pillar”. También que lo dejaron “inconsciente”.
“Estoy detenido por asesinato, se ha muerto el jambo”
“Estoy detenido por asesinato, se ha muerto el jambo”, es lo que uno de los acusados de asesinato, y robo con violencia, por el Crimen del Parque del Ebro, ocurrido el 6 de abril del 2021, C.S, dijo a su padre el día de su detención, ocurrida tras la investigación policial.
En la segunda sesión del juicio por el Crimen del Parque del Ebro han intervenido, entre otros, los agentes que participaron en la instrucción de la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta).
Éstos encontraron desde una conversación de uno de los acusados jactándose de la paliza hasta las pertenencias de la víctima en posesión de encausados. De hecho, uno de ellos ingresó en los calabozos esa noche detenido por robo con la cazadora del fallecido.
La mañana del 7 de abril, ha relatado el policía instructor de la investigación, recibieron una llama desde el Hospital San Pedro contando que tenían a un joven en estado crítico, inconsciente (fallecería esa tarde) al que le faltaba toda la documentación.
Con la toma de las huellas, y su identificación, comenzó una investigación que incluyó las declaraciones de los agentes de la policía local que le encontraron, los sanitarios y el padre y la expareja de la víctima.
El padre les cuenta que se había desplazado en bicicleta pero ésta no estaba en el lugar de los hechos. Fue una pista importante porque, al revisar las grabaciones del entorno, se vio a los acusados con ella viniendo desde el Parque del Ebro.
Además, esa noche, los acusados habían sido interceptados por una patrulla por saltarse el toque de queda de la pandemia por la Covid y la llevaban. Uno de los policías se fijó en ella porque, casualmente, estaba pensando en comprarse una bici y “era bastante buena”.
En esa detención, ese agente (de la Policía Nacional) ha reseñado hoy en el juicio como dos de ellos estaban “exaltados” y empezaron a hacer golpes al aire (sombras en boxeo). A.F contó al agente que había hecho boxeo y M.G que practicaba en casa.
En ese momento, A.F dijo una frase que al agente le pasó inadvertida pero que, con el paso del tiempo, y sabiendo lo que había pasado, se le ha quedado grabada: “Aquí están los parceros mientras los zombis están allá tirados”.
Para la identificación de la bicicleta, durante la investigación, también resultó llamativo el candado, de un verde fosforito que llamaba la atención y que era totalmente perceptible tanto en la grabación de los acusados como en las fotos que facilitó la familia.
El hermano de la víctima entregó a la policía unas fotos del mismo día de los hechos y, en ellas, llevaba una cazadora que no portaba cuando fue recogido en el Parque del Ebro e igual a la que llevaba uno de los acusados, A.F, que, además, esa noche fue detenido por robo en una obra.
En el teléfono de C.S había varias conversaciones “con un contenido clarificador”, entre ellas, con la hermana de A.F que “implica a cada uno de los acusados”. Además, C.S contaba que había metido una paliza a alguien “con expresiones de euforia: No veas como me he dejado la mano oe oe, decía”.
En su declaración, S.I “requiere minuciosamente que esa noche estaban en el parque, fueron conscientes de que estaba” la víctima, “le pidieron tabaco, se negó y desde ahí se desencadenó la agresión” que empezó C.S. Le golpean y luego vuelven a cogerle cosas. C.S “le refiere que le ha dado un patadón que le ha dejado seco” y, por eso, tenía sangre.
Muerte encefálica e hipotermia
En la sesión de este martes, además, han comparecido las forenses, que han completado la declaración del médico que le atendió en la ambulancia. La muerte, han dicho, se produce por la hemorragia en el cerebro, fue una muerte encefálica.
Además, sufría una hipotermia, dado que le quitaron el abrigo, y, han dicho: “Tiene peor pronostico una hipotermia cuando tiene un traumatismo previo, como es el caso del traumatismo encefálico”.
El abogado de la acusación ha querido incidir en si el mecanismo de las lesiones externas produjo las internas y, por ende, la muerte, a lo que las forenses han respondido afirmativamente.
HECHOS QUE SE JUZGAN
Los hechos que, desde este lunes, se juzgan ocurrieron cuando, tal y como ya han reconocido los acusados (de alrededor de veinte años), propinaron una paliza a un joven de 34 años, que agonizó durante toda la noche hasta que, a la mañana siguiente, un transeúnte llamó a emergencias y murió en el hospital.
Ocurrió en el Parque del Ebro de Logroño y, el pasado sábado, las partes, a pesar de que en las conclusiones iniciales las defensas rechazaron la culpabilidad de los acusados, llegaron a un acuerdo (que aún no ha trascendido) por el que reconocieron los hechos y, además, mostraron su arrepentimiento y pidieron perdón.
A pesar de existir un acuerdo previo (al que se llegó el pasado sábado) el juicio, por jurado popular, debe desarrollarse aunque con las mínimas pruebas y, por tanto, más corto de lo previsto.
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